Manzanillo.- En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la Facultad de Ingeniería Electromecánica (FIE) del campus Manzanillo de la Universidad de Colima, organizó la plática “Prevención del suicidio”, que estuvo a cargo de Mónica Odette López Barbosa, profesora y responsable del programa de salud mental de la Facultad de Psicología de la máxima casa de estudios en el estado.
La conferencia se llevó a cabo en el auditorio principal del Centro de Tecnología Educativa del campus El Naranjo y contó con la asistencia de alumnos de diferentes carreras. El evento tuvo como objetivo brindarles a los jóvenes información y acciones preventivas ante esta situación.
Durante la charla, Odette López resaltó la importancia y características de la salud mental en las personas, así como los factores de estrés, sus causas y detonantes, y lo que se puede hacer al detectar señales de ideas suicidas en las personas.
La psicóloga expuso el tema del suicidio como un problema a nivel mundial, pues según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicadas este 2018, hubo una muerte por suicidio cada 40 segundos, sumando así un millón de muertes anuales y siendo la segunda causa de decesos entre la población de 15 a 29 años.
De igual forma, la conferencista dijo que esta realidad no es ajena a nuestro país ni a nuestro estado, ya que a nivel nacional las tasas por suicidio se duplicaron de 1990 a 2010, según datos del INEGI, y Colima, en 2012, se colocó en el primer lugar a nivel nacional por muertes por suicidio.
Ante estas estadísticas, la presentadora dijo que “es necesario implementar acciones de sensibilización, ya que es un problema creciente en el que, a diferencia de lo que mucha gente cree, intervienen múltiples factores y causas”.
Explicó que en un acto de suicidio se presentan varios factores que lo predisponen, entendidos como elementos que aumentan su probabilidad, así como el factor precipitante o detonante, que es el que desencadena la acción: “Éste es sólo la punta del iceberg, o sea, la gota que derramó el vaso, pero no vemos lo que hay detrás”.
Indicó, entonces, que es responsabilidad de todos prestar atención y convertirnos en vigilantes para detectar cambios en las personas cercanas, tales como modificaciones en sus actitudes, aislamiento, depresión, problemas, consumo de sustancias, comportamientos y diferentes señales que se puedan presentar.
Para detectar dichos cambios, dijo para finalizar, “es fundamental conocer a las personas, hablar y conectarse con todos para detectar cambios significativos. Es necesario construir una comunidad mucho más unida y sensible”.