Proyecto de resolución de ONU da 10 días a Asad para cese de armas pesadas

Un proyecto de resolución de las potencias occidentales enviado hoy a los miembros del Consejo de Seguridad otorga un plazo de diez días a Siria para que el régimen del presidente Bashar al Asad cese el uso de armas pesadas so pena de sanciones.

El proyecto de resolución estipula que si las autoridades sirias no cesan el uso de esas armas «en los diez días» siguientes a la adopción de la resolución, el Consejo de Seguridad «impondrá inmediatamente las medidas previstas por el artículo 41 de la Carta de la ONU», es decir, sanciones diplomáticas y económicas, pero no militares.

Las negociaciones sobre el proyecto de los países occidentales y un borrador alternativo presentado por Rusia, pero que no menciona la posibilidad de sanciones, comenzarán mañana, dijeron diplomáticos. Una votación sobre Siria deberá tener lugar necesariamente antes del 20 de julio, cuando culmina el mandato de la misión de observadores de la ONU en Siria.

El proyecto de resolución, redactado por Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Alemania, condena el uso creciente «por las autoridades sirias» de armas pesadas, incluido el empleo indiscriminado de tanques y helicópteros».

Exige el cese «inmediato» de la violencia gubernamental y de las fuerzas de oposición y la implementación del plan de paz de seis puntos del enviado de la Liga Arabe y la ONU, Kofi Annan, y las resoluciones de la ONU aprobadas en abril.

Fuerzas gubernamentales y combatientes rebeldes se enfrentaron el miércoles en Damasco y, en el frente diplomático, Rusia se mantuvo inflexible al recibir a un líder opositor sirio, anunciando la continuación del suministro de armas al régimen del presidente Bashar al Asad.

El emisario internacional para Siria, Kofi Annan, quien viajó el martes a Teherán, aliado de Damasco, y a Bagdad, donde obtuvo un apoyo de las autoridades a su plan de salida de crisis, informará hoy de su gira al Consejo de Seguridad de la ONU.

Hoy se registraron enfrentamientos en el barrio Qadam de Damasco entre las fuerzas de seguridad sirias y los rebeldes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que había contabilizado doce muertos al mediodía en el país.

En Alepo (norte), segunda ciudad del país, se escucharon fuertes explosiones y dos soldados murieron cuando rebeldes atacaron un puesto de control militar. A pesar de la multiplicación de las iniciativas diplomáticas, la violencia no disminuye en Siria, con 82 muertos el martes, de los cuales a menos 30 civiles, según el OSDH, una ONG radicada en el Reino Unido.

El OSDH informó de otro ataque a un autobús que transportaba a soldados en la provincia de Idleb (noroeste), avanzando la cifra no confirmada de once muertos. En el ámbito diplomático Moscú no da su brazo a torcer. Rusia no ha cambiado su posición sobre Siria, lamentaron hoy en Moscú los dirigentes de la oposición siria tras reunirse con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.

«Confirmo en nombre de la oposición popular siria que no puede haber diálogo hasta que Asad no se vaya. Rusia tiene una opinión distinta», declaró a la prensa Abdel Baset Sayda, el nuevo jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición siria en el extranjero.

El apoyo ruso al régimen sirio «sea cual fuere la máscara» utilizada es lo que permite a Damasco «continuar con la violencia», añadió. «Es una política de apoyo al régimen que posibilita que continúe la violencia», agregó. En el comienzo de su reunión con Lavrov, Sayda destacó que en Siria está en marcha una «revolución».

«Los acontecimientos en Siria no son sólo desacuerdos entre la oposición y el gobierno, sino una revolución», dijo, comparando la situación con lo ocurrido en Rusia cuando se desintegró la Unión Soviética en 1991.

Señal de que Rusia no cede, el director adjunto del servicio federal de cooperación militar, Viatcheslav Dzirkaln, citado por la agencia Interfax, dijo hoy que se seguirá «cumpliendo con el contrato de entrega de sistemas de defensa antiaérea», aunque añadió que se trata de equipos «de naturaleza exclusivamente defensiva».

«No se puede decir de ninguna manera que aplicamos un embargo sobre el suministro de técnicas militares a Siria», agregó. Dzirkaln aseguró que haciendo esto Rusia no viola «ninguna de sus obligaciones internacionales».

Expertos rusos habían considerado en junio, tras la destrucción de un F-4 turco en aguas del litoral sirio, que el incidente mostraba la eficacia de los sistemas de defensa antiaérea rusos con los que se ha equipado Siria. Aliado de Damasco, Rusia bloquea toda resolución en la ONU de condena a la represión y se niega a suspender su apoyo al régimen a pesar de las críticas internacionales.

Con información de CNN

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