En partido lleno de emociones la Franja del Puebla derrotó a las Águilas del América dos goles a uno, el Estadio Cuauhtémoc fue testigo de cómo los poblanos se llevaron tres unidades en la Jornada 12 del Torneo Bicentenario 2010.
Catorce años pasaron para que Puebla derrotara a las Águilas de nuevo en su cancha y de paso llegaron a 12 puntos en el quinto lugar del Grupo Dos. América se quedó con 18 puntos en el tercer sitio del mismo sector.
Carlos Ruiz abrió el marcador en una mala salida de la zaga americanista en el segundo tiempo, luego fue Hérculez Gómez el que aprovechó una pifia de Guillermo Ochoa y decretó el segundo, Daniel Márquez acortó con cabezazo pero ya no les alcanzó.
Los de la Franja le harán la visita a Monarcas Morelia en lo que será la jornada 13 del Torneo. Las Águilas por su parte, disputarán el clásico del fútbol mexicano visitando a las Chivas Rayadas del Guadalajara en el Jalisco, el próximo domingo 4 de abril.
Partido
Estar en el Estadio Cuauhtémoc no fue garantía para que la Franja del Puebla dominara el partido, la calidad y dinámica de Daniel Montenegro y Ángel Reyna estaban desquiciando a la defensa de los locales.
Puebla sólo tuvo en ese lapso un disparo suave de Gilberto Mora que llegó sin problemas a los guantes de Guillermo Ochoa.
Al minuto 26’ Nicolás Olivera se animó desde fuera del área y mandó tremendo obús que se fue alejando apenas encima del travesaño ante la mirada de Ochoa que había volado sin suerte.
Tres minutos después el que lo intenso fue Tony López para América, el joven atacante remató en dos tiempos enviando la bola a los brazos de Alexandro Álvarez. Pasó sólo un minuto y López tuvo incluso una más clara que mandó a un costado del madero cuando parecía el primer tanto de las Águilas.
Ángel Reyna demostró todos sus recursos al 37’ al quitarse su marca en el área camotera, el volante se preparó y jaló el gatillo pero Álvarez ya estaba sobre él y detuvo la jugada.
El portero poblano estaba en plan grande, al 39’ volvió a evitar la caída de su marco en remate de Jean Beausejour; el jugador chileno se encontró un rebote a segundo poste y le pegó al balón, aunque el guardameta había acompañado la acción y se interpuso en el viaje del balón.
Ya en la segunda mitad Puebla se animó más y Marcelo Palau lo dejó claro al minuto 47, el uruguayo le pegó al marco de Ochoa y el cancerbero americanista le metió las manos al balón para evitar el gol.
América quería seguir en la misma tónica y un gran disparo del Daniel Rolfi Montenegro casi se convierte en golazo, la redonda salió directa al poste de Álvarez que sólo vigiló con los ojos, la de gajos no quiso entrar.
Por fin al minuto 55 se inauguró el marcador, las Águilas perdieron el balón en una salida y la redonda quedó a Nicolás Olivera, el charrúa tocó a la llegad de Carlos Ruíz y éste fusiló a Ochoa para decretar el uno a cero de los locales en el Estadio Cuauhtémoc.
Las Águilas se fueron con todo y desde la banca los cambios fueron ofensivos, sin embargo la estrategia de Chelis estaba superando a la de Jesús Ramírez y el empate no se veía llegar.
Hérculez Gómez exhibió la falta de concentración del guardameta americanista y con potente tiro libre lejano anotó la segunda diana poblana al minuto 78; el disparo del camotero iba las manos de Ochoa pero no la pudo controlar y fue el segundo gol de Puebla.
Un minuto después Daniel Márquez metió a los amarillos de nuevo en el juego, el espigado ariete se elevó y remató con certero cabezazo la redonda enviándola al ángulo y poniendo número para América, el dos a uno prendió la tribuna del inmueble.
Los elementos poblanos se dieron cuenta de que pegándole a gol podían marcar y Gilberto Mora puso un pelotazo al poste en tiro libre que parecía el tercero de la Franja al 85’, aunque no entró el balón.
Un minuto después Álvarez se convirtió en figura, el portero local realizó un atajadón a cabezazo de las Águilas que hubiera significado el empate, un manotazo salvador fue festejado por toda la afición poblana.
Todavía Ochoa evitó el tercero en la frente de los poblanos ante disparo de Hérculez Gómez.
El nazareno sonó su silbato y el juego se terminó a favor de los pupilos del Chelís.
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