“Hay muchas ideas fascinantes entre los estudiantes y pienso que es nuestra responsabilidad estimularlas en forma de una arquitectura sostenible”, fue lo señalado en entrevista por el arquitecto austríaco Georg W. Reinberg quien impartió en días pasados un taller sobre Diseño arquitectónico con estudiantes del 5º y 7º semestres de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Colima, quienes elaboran su proyecto final del semestre.
G. Reinberg, quien al lado de su esposa Martha Enríquez-Reinberg ha impartido talleres y conferencias en Chihuahua, en la Universidad de Guadalajara, el ITESO, la UNAM y en el Colegio de México, entre otras instituciones del país, señaló que son muy importantes este tipo de actividades académicas en las que hay un contacto personal con los estudiantes, ya que se discuten directamente los argumentos en la elaboración de un proyecto.
Añadió que el trabajo de los arquitectos es complejo en el sentido de que no se llega a la concreción de un proyecto solamente aplicando el método científico o introduciendo en una computadora las características del terreno y el tipo de construcción, sino que existe en el proceso una parte artística y de creación muy importante. “Por eso es tan importante el contacto personal, porque el individuo cuenta mucho en la obra”.
Por su parte la arquitecta Martha Enríquez-Reinberg, de origen mexicano y radicada en Austria desde la década de los 90, señaló que ha sido una experiencia enriquecedora trabajar con los estudiantes de la U de C, pues se muestran muy interesados en escuchar opiniones diferentes y aprender nuevos elementos en la realización de sus proyectos; “para mí ha sido muy interesante el reflexionar con los estudiantes sobre la revaloración de todas las tradiciones y recursos que México tiene”.
La entrevistada añadió que, durante el desarrollo del taller, ha reflexionado con los estudiantes sobre la necesidad de llegar a un balance entre las bondades del clima y las tradiciones de un país como el nuestro, con la fascinación que existe por la tecnología en los jóvenes universitarios al elaborar sus proyectos; “cómo hacer ese matrimonio entre el medio ambiente en el que estamos, las tradiciones y los conocimientos que ya existen, con la nueva tecnología; cómo valorarlo y al mismo tiempo estar abiertos a un mundo globalizado y sumamente complejo”.
Martha Enríquez señaló también que su visita en la U de Colima forma parte del proceso que ya realizan los estudiantes en sus proyectos escolares con la asesoría de los profesores de nuestra máxima casa de estudios y que su papel como invitados a la facultad es dar un punto de vista diferente. En este sentido, se manifestó convencida que el de los arquitectos debe ser un trabajo constante de reflexión y que la forma de enseñar esta profesión “es mediante el contacto directo de ideas con los estudiantes”.
Y añadió: “La forma de enseñar y pensar la arquitectura es hablando con los chicos y reflexionando, viendo las cosas desde diferentes perspectivas para que vayan creando el hábito de observar, cuestionar, reflexionar, proponer una nueva estructura espacial, ponerla en duda y volverla a checar. Esto se logra solamente hablándolo entre colegas”.
La profesora visitante dijo que durante el desarrollo del taller ha hecho hincapié con los estudiantes en la importancia de acostumbrarse a observar su medio ambiente y la forma en que se construía en el pasado, para evitar peligros de deterioro y realizar proyectos arquitectónicos con una visión sustentable. “Yo pienso que es urgente que hagamos los mayores esfuerzos por inventar una forma de vida que permita que nuestros nietos puedan vivir en un planeta sano”.
Por su parte, el director de la Facultad de Arquitectura, Gabriel Gómez Azpeitia puntualizó que la participación de los profesores visitantes forma parte de una estrategia que implementa el plantel a su cargo, desde hace casi dos años, con la intención de contar cada semestre con al menos un profesor invitado que transmita a los estudiantes una visión de trabajo diferente a la que obtienen de los catedráticos de la U de C. “Estas visiones alternativas les ayudan mucho a ampliar sus criterios. Nos ayudan también a nosotros los profesores, a replantearnos nuestro ejercicio, ver alternativas que a lo mejor de otra manera no se nos ocurrían, y todos creo que salimos ganando”.
Finalmente expresó que lo anterior, sumado a los viajes de estudio y las estancias de movilidad académica, ofrecen al estudiante de arquitectura de la U de C, una visión más global y menos provinciana de su profesión, que “a la larga será de mucho apoyo para su ejercicio profesional y le dará mejores herramientas para insertarse en un mercado cada vez más global”.