Se mandan alrededor de 200 millones de tweets por año pero la mayoría resultan poco interesantes, y por ende los usuarios de Twitter consideran que solo un tercio de los tweets que reciben merecen ser leídos.
No es una afirmación aventurada. Ni una opinión dudosa. Ni siquiera una encuesta hecha a boca de jarro por las calles de alguna ciudad latinoamericanas. A dichas conclusiones llegó una investigación conjunta realizada por la Universidad Carnegie Mellon, el Instituto de Tecnología de Massachusetts y el Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos). ″Un tweet bien recibido no es tan común. Por distintos motivos, los usuarios consideran que una cantidad significativa de contenido no vale la pena ser leído″, asegura el especialista en sistemas Michael Bernstein, uno de los investigadores.
LOS TEMAS QUE NO GUSTAN
Como parte de su investigación, Bernstein armó un portal de Internet con el fin de recoger las opiniones de los usuarios de Twitter. Las personas que ingresaban a este portal calificaban de manera anónima los tweets que recibían de los usuarios que ellos mismos elegían seguir. A cambio, cada uno recibía información sobre los tweets que ellos mismos emitían.
En 19 días, 1.443 visitantes calificaron 43.738 tweets provenientes de 21.014 usuarios de Twitter. Y les gustaron tan solo el 36% de los tweets que leyeron.
″A pesar de la naturaleza social de Twitter, los tweets que son parte de la conversación de otra persona o son actualizaciones del estado de ánimo o la actividad fueron los más fuertemente rechazados. Por el contrario, los tweets que incluían preguntas a los seguidores, información compartida o la promoción de sí mismo (como links a contenidos creados por el autor) eran fácilmente aceptados″, explica Bernstein.
Bernstein también encontró que los usuarios de Twitter valoran información nueva, es decir que las noticias que ya circularon les aburren. Por otra parte disfrutan de los mensajes realmente cortos, es decir los que no usan los 140 caracteres que Twitter permite, aunque tampoco tienen que ser tan breves que dan como resultado un mensaje incomprensible.
Los tweets con información irrelevante sobre uno mismo o con quejas y lamentos fueron especialmente rechazados.
″Si comprendemos qué vale la pena ser leído y por qué, podremos diseñar mejores herramientas para presentar y filtrar contenido, así como para ayudar a que las personas entiendan las expectativas de los otros usuarios″, afirman los investigadores. {jathumbnail off}