Por Sean Osmin Hamud Ruiz
Al no moverle ni una coma al presupuesto presentado por el poder ejecutivo ante la soberanía de la cámara baja, se manifiestan esas costumbres bien enquistadas en nuestros usos y costumbres de la política nacional. Mejor montonear que negociar.
Habrá una bolsa de casi 16 mil millones de pesos para Colima, lo que representa un 3% de incremento respecto al año pasado.
Dos elementos a destacar de este número. El primer aspecto resulta lógico, que haya un crecimiento de estas participaciones de parte del gobierno federal morenista a un entrante gobierno estatal morenista, no debe extrañarnos.
Pero, por otra parte, debe preocupar que cuando se está proyectando que la inflación este año estará por encima del 6 por ciento, acá, desde el mar a la montaña, el gobierno estatal perderá poder adquisitivo real. Ante la crisis financiera que se enfrenta, no sé qué tanto hayan reflexionado nuestros representantes federales acerca de este dato o qué tanto lo hayan hecho notar. Cuánto pelearían por intentar equilibrar estos números. Habría que preguntarles.
Vale la pena decir que, por otro lado, renglones como el ramo 8 de agricultura, el 11 de educación pública y el 16 de medio ambiente, no sólo no incrementaron sus participaciones, bajaron en 0.3, 35.3 y 100 por ciento respectivamente. Si, ni un peso para el medio ambiente.
Vienen entonces una de las primeras pruebas de fuego reales en lo referente a la capacidad de gobernar. El presupuesto que tanto la nueva legislatura, como el poder ejecutivo estatal, tendrá de definirse entre ser solo una caja de resonancia de las necesidades y deseos del presidente, o bien, comportarse como estado independiente y soberano, tomar los recursos federales y los ingresos estatales presupuestados, y hacer un verdadero ejercicio de innovación y creatividad, que permita ver un destino de los recursos acorde a las verdaderas necesidades del estado y su población.
Creo que no necesitamos ni un Dos Bocas, ni un tren, ni que falten medicamentos para el cáncer o cualquier otra enfermedad. Tampoco creo que se necesiten más crisis laborales por falta de pago de nóminas. Lo que requerimos es un manejo sumamente inteligente de los DINEROS.
MICROCUENTO
Lo bonito es poquito, según la coloquial frase. Igual lo que duran esos destellos en tu mirada. Maldito desamor.