Por Sean Osmin Hamud Ruiz
Los constantes dislates, controversias y disparates que la autoridad federal nos ha regalado durante este tiempo que hemos vivido la pandemia, han resultado en confusión, falta de coordinación e incertidumbre.
Se acabó el protagonismo de Susana Distancia. La economía no aguanta más. Pero tampoco es que se haya hecho algún esfuerzo especial para que sí soportara el detenerse abruptamente.
En realidad, las tres simples reglas de comportamiento para contener al virus nunca terminamos de apropiarlas en la sociedad. El truco del confinamiento tenía más que ver con guardar la distancia entre nosotros. Si no se podía o no se respetaba, pues a salir con cubre bocas y usarlo mientras estuviéramos fuera de casa. Además, ante todo contacto potencialmente infeccioso, lavarse las manos. Todo lo anterior nos pareció sumamente complejo de cumplir, extraordinariamente difícil de convertir en hábito.
Y lo pudimos apreciar en el Presidente, en muchos funcionarios de su gabinete, en un montón de gente informada y educada, en muchos niños y niñas sin la orientación adecuada, en puños de jóvenes que nunca despreciaron la reunión o la fiesta.
De remate, el primer mandatario ya está de viaje y comenzará a tener eventos públicos, seguramente sin usar cubre bocas, sin respetar la sana distancia y diciéndonos con su actitud y otros datos que la pandemia está domada.
Afortunadamente, no todo es irresponsabilidad. El viernes un grupo de gobernadores, de diversos grupos políticos, de muy distintos estados y con condiciones diferenciadas entre ellos, decidieron que compartirían información y estrategias para actuar en esta nueva normalidad.
Así, Colima, Durango, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Jalisco y Michoacán hoy trabajan coordinados, en temas de salud, económicos, de política fiscal y de política energética. Enhorabuena.
La suerte está echada. Que salgamos adelante, hoy más que nunca, tiene un significado personalísimo. Inevitablemente se va a disparar la movilidad social y va a depender de cada uno de nosotros cuidarnos. Tres lineamientos, tres reglas simples: guarda tu distancia, usa cubre bocas, lávate las manos. No es física cuántica. Y que no te de pena decirle al compañero, vecino o amigo, al transeúnte o con quien coincidas en donde quiera que estés, exactamente esto, que se sigan estos tres mantras.
No hay una normalidad. Tampoco una nueva. Las cosas no pueden ni deben ser normales. Conscientes, disciplinados, sí saldremos adelante.