Con la finalidad de intercambiar experiencias y conocimientos en el ámbito de la reflexión y poder crear un consultorio especializado, la Escuela de Filosofía de la Universidad de Colima tuvo la visita de dos académicos provenientes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la Ciudad de México y de la Universidad de Quintana Roo (UQR).
Como parte de esta estancia académica, Marco Antonio Millán Campuzano, de la UAM, y Fidel Flores Quiroz, de la UQR, impartirán conferencias relacionadas con sus áreas y aportarán sus experiencias para crear el primer consultorio filosófico en el estado.
En entrevista, Marco Antonio Millán, especialista en Filosofía de la comunicación, Filosofía de la ciencia, Hermenéutica y Ética contemporánea, agradeció al cuerpo académico la invitación para realizar esta estancia, y reiteró que el propósito de su visita es hacer propuestas sobre filosofía práctica, concretamente en el proyecto sobre un consultorio que impartirá terapias filosóficas.
“También tenemos pensado perfilar algunos materiales para publicación e impactar, sobre todo en la posible modificación del plan de estudios de aquí, con salidas terminales y laborales más óptimas para los estudiantes”, comentó.
Mencionó que, como parte de su estancia, impartió una conferencia a los estudiantes sobre Hermenéutica fenomenológica y Tecnologías de la información dentro de la sociedad digital: “Se trató de cómo la Filosofía, a través de la Hermenéutica y la Fenomenología, se puede acercar al fenómeno de las Tecnologías de Información, es decir: ¿por qué las usamos y cómo?, ¿qué tipo de preguntas y qué tipo de actitudes van con nosotros cuando ocupamos tecnologías de esa índole? Son preguntas de carácter filosófico para abordar la cotidianidad”.
Por su parte, Fidel Flores Quiroz, especialista en Filosofía antigua, explicó que su visita a la U de Colima se debe al interés de conocer qué tanto puede vincularse su área de trabajo: “Se trata de responder la siguiente interrogación: ¿qué tanto la Filosofía de la convivencia puede transformarse en una filosofía de lo cotidiano? y ¿qué tanto puede generar una práctica?”.
Le sorprendió que hubiera pocos alumnos, “más en un país como el nuestro, donde se requiere el rescate de la reflexión crítica que implica el quehacer filosófico. La estancia ha sido grata, vemos estudiantes comprometidos y eso se agradece; todos son muy atentos y los maestros nos han atendido de manera inmejorable”, concluyó.