México.- Una banda inglesa, 50 mil almas, Foro Sol, lluvia, sonido perfecto y un saludo en español de Thom Yorke, vocalista de Radiohead, bastaron para que el estadio rompiera en histeria. Miles y miles tuvieron que esperar casi tres años para ver nuevamente en México a una de las bandas más representativas de la escena del rock, desde aquella legendaria canción “Creep”.
Las horas de espera para los que aguardaban un lugar desde el medio día habían terminado y el éxtasis comenzó.
Las luces del escenario se apagaron y lo asistentes gritaron, Radiohead apareció en escena y el Foro Sol fue una locura total.
Ni la lluvia, ni el cansancio fueron impedimento para que las miles de almas reunidas en el Foro Sol respondieran a cada uno de los movimientos Thom Yorke, uno de los front man más importantes del rock.
La banda se vio sorprendida por el escenario repleto, todos cantando la primera canción, “Bloom”, bajo la guía del líder de la banda,
El escenario pletórico, acompañado de 12 pantallas tras la banda con colores azules, rosas, rojos, verdes, terminaron por completar el espectáculo.
Con los instrumentos necesarios; dos bateristas, un bajista, tres guitarristas, un procesador de sonido y un piano, bastaron para que hicieran gala de la maestría que ya han demostrado durante muchos años, por qué son de los iconos preferidos del rock mundial.
Radiohead sumergió en un mar de emociones al Foro Sol.
La banda inglesa interpretó material reciente, así como canciones ya conocidas por sus fans, sin embargo cada una de las rolas fue cantada por los asistentes.
El que Thom Yorke dijera que algunas canciones eran nuevas, no importó, la mayoría ya las sabía y cantó.
Durante la espera para el ingreso, el tema de conversación era cuáles canciones famosas interpretarían y cuáles de la nueva producción aparecería.
Thom Yorke, bajo en estatura, salió al escenario con un pantalón de mezclilla entallado color gris, una camisa blanca con un chaleco negro y una chamarra de piel pequeña.
Ahora con cabello largo y recogido, hizo gala de la maestría para relacionarse con sus fans y que es capaz de dominarlos con una sola señal.
El británico, transformó el aplauso en silencio para atender “15 Step”, tema que irradió psicodelia y que movió de un lado a otro los pies del cantante.
Diversas pantallas de colores colgadas en desorden adentro del escenario hacían fijar los ojos de los espectadores en los detalles de cada instrumento y las manos que los manejaban con maestría para convertir el frío en desordenados acordes que se orientaban con el sonido de “Airbag”, conocido éxito que emocionó a los presentes que mostraron su hambre de escuchar los temas de la discografía de Radiohead.
Continuó “Staircase”, saliéndose de la muestra de temas de su más reciente disco The King of limbs, solamente para volver a hablar con ritmos electrónicos y bases vocales de gran extensión natural en contraste con la tecnología de sus sonidos y la puesta en escena de múltiples pantallas de energéticos colores.
La agrupación conformada por los cinco eclécticos músicos que han llevado su éxito por casi dos décadas, ofreció un show donde la frenética luz bailó con los múltiples ritmos y el sentimiento de una generación que los vio transformarse en mutantes electrónicos llenos de nostalgia.
“The Gloaming”, “Good Morning Mr. Magpie”, “Supercollider”, continuaron provocando que miles de asistentes movieran sin detener sus pies en lo que ya parecía ser un gran mar de luces contrastando con la oscuridad de la noche y la energía del escenario.
El sonido dejo brillar las composiciones de los británicos “I Might be Wrong”, “Nude” y “House of Cards” fueron las siguientes interpretaciones de la banda.
La banda se despidió por primera vez del escenario luego temas como “There there” e “Idioteque”.
Pero ninguno de los asistentes se retiró, se quedaron quietos gritando Radiohead, otra otra, y la banda inglesa respondió, regresó, para irse después de varias canciones, pero el público los hizo volver una vez más, para así terminar el concierto pasadas las 00:10 horas.
Después de dos horas de espectáculo, los fans quedaron satisfechos y el mar de gente se movió.
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