Manzanillo.- Los restauranteros y comerciantes de playa La Boquita de Miramar, en Manzanillo, han intentado reanudar paulatinamente sus actividades aunque también pasan por el peor momento de su historia con solo unos cuantos negocios abiertos y con restricciones estipuladas por las autoridades sanitarias.
Entrevistado al respecto José Manuel Orozco Orozco, representante legal de la Asociación de Restaurantes Unidos de La Boquita, recordó que sus establecimientos afiliados decidieron cerrar temporalmente sus puertas el pasado domingo 5 de abril por la contingencia derivada del COVID-19.
El dirigente de este sector expuso que en semanas recientes algunos restaurantes de playa han ido reabriendo paulatinamente, bajo la modalidad de envío a domicilio o pedir para llevar.
Orozco Orozco expuso que al momento solo 4 de 12 ramadas han decidido reactivarse con cuidados especiales, extremando las precauciones que marcan las autoridades, en favor de sus trabajadores y de sus clientes.
No obstante recordó que las playas siguen cerradas lo que no ayuda mucho a a atraer más visitantes.
“Es una situación muy complicada, los negocios que podemos abrir lo hacemos con pocas mesas porque así lo especifican las autoridades por aquello de la sana distancia, pero al menos se intenta tener la oportunidad de trabajo y de un pequeño ingreso”.
El empresario de esta zona comentó que hasta hace unos meses en una jornada normal, especialmente en fin de semana, podían atender entre 40 a 50 mesas por jornada.
“En estos días que hemos reabierto con las medidas de seguridad e higiene requeridas si acaso podemos atender el equivalente a entre 5 y 7 mesas por día… es muy poco”.
José Manuel Orozco reiteró que pese al panorama adverso serán respetuosos de las fechas que defina el gobierno para la normalización de las actividades o reapertura de las playas porque, insistió, lo más importante es la salud.
Aprovechó para pedir ayuda a las autoridades, especialmente a los trabajadores de éstos negocios, ya sea en efectivo o en especie.
“Porque no solo nos preocupa nuestros negocios sino también quienes dependen de nosotros como propietarios”.
Dicho balneario se ubica en la parte norte de Manzanillo y es junto con Miramar-contigua a ésta- uno de los de mayor afluencia en toda la región.
De acuerdo a los comerciantes del lugar La Boquita generaba alrededor de 400 empleos antes de la pandemia.
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