Portugal.- El Real Madrid consiguió su ansiado décimo título de campeón de Europa, tras superar 4-1 al Atlético en la prórroga de la final, después de que su compañero Sergio Ramos hubiera forzado esa prolongación en el descuento del partido, este sábado en Lisboa.
El tanto de Ramos para el 1-1 había llegado en el 90+3, de cabeza en un saque de esquina, cuando el Atlético se sentía ya campeón tras ir casi todo el partido por delante, gracias a un gol también de cabeza del uruguayo Diego Godín en el 36, aprovechando un error de Iker Casillas por una media salida a destiempo.
El galés Gareth Bale, decisivo en la prórroga, igual que ante el Barcelona en la Copa del Rey, anotó de cabeza en el 110, tras un centro de oro del argentino Ángel Di María, desatando la fiesta entre los ‘merengues’ y hundiendo en lágrimas a un Atlético que se había sentido campeón.
Marcelo sentenció con el tercero en el 118 y luego Cristiano Ronaldo puso de penal (120) el 4-1 definitivo, elevando a 17 su récord de goles en una misma temporada de esta competición.
Desde Glasgow en 2002 no jugaba el Real Madrid una final de Liga de Campeones y no desperdició la oportunidad de lograr la ansiada ‘Décima’, el objetivo más preciado desde hace doce años y que se suma en el balance de este año a la Copa del Rey, que el equipo blanco ganó en abril al Barcelona.
Pese a terminar tercero en la Liga, este éxito en Lisboa permite a Carlo Ancelotti triunfar en su primera temporada al frente del Real Madrid. El italiano, que logra su tercer título europeo como entrenador, iguala además el récord del inglés Bob Paisley, el único técnico que había alcanzado esa cifra.
El Atlético de Simeone, que tuvo que sustituir en el minuto 9 a su estrella Diego Costa por una recaída de su lesión, vive su noche más amarga, apenas una semana después de proclamarse campeón de la Liga española.
El destino fue especialmente cruel porque le deparó un guión similar al de 1974, el otro año en el que había llegado a la final de la Copa de Europa, donde vio escaparse el título en el último minuto de la prolongación, en la que el Bayern igualó 1-1 y forzó un duelo de desempate que los alemanes ganaron 4-0.
A ambos les costó empezar a generar peligro en esta final y hubo que esperar al 31 para ver la primera gran ocasión del partido, por un error del portugués Tiago, pero Bale envió fuera.
El Atlético no se dejó intimidar y respondió con el 1-0, con la colaboración involuntaria de Iker Casillas.
Juanfran Torres la puso de cabeza, Casillas se quedó a media salida y Godín (36), con la testa, elevó por encima, sin que el arquero de la selección española pudiera corregir su error pese a correr hacia atrás, aunque ya demasiado tarde.
En la segunda parte, al grito de «sí se puede, sí se puede» de sus hinchas, el Real Madrid intentó despertar de la mano de Cristiano Ronaldo, con un falta que salvó Courtois (54).
El Atlético, con el cronómetro jugando a su favor, se reforzó atrás y buscó matar el partido al contragolpe.
Mientras su rival blanco lo seguía intentando. Bale estuvo cerca del empate en el 73, con un disparo fuera. El propio Bale, en un contragolpe, envió fuera en el 77.
La desesperación empezaba a apoderarse de los pupilos de Ancelotti, que cada vez veían más irse el partido.
El brasileño Filipe Luis se fue lesionado (82), mientras el Real Madrid seguía a la carga y cuando el Atlético celebraba ya su victoria, un saque de esquina de Modric fue rematado de cabeza para Ramos, para cambiar el guión y forzar en el 90+3 la prolongación.
En una prórroga hasta entonces sin grandes ocasiones, Bale, de cabeza a centro del argentino Ángel Di María, puso por delante al Real Madrid en el 110, antes de que Marcelo (118), con un disparo cruzado, y Cristiano (120), de penal, sellaran el 4-1 ante un Atlético desesperado, en el que Simeone fue expulsado en los instantes finales, tras saltar al campo muy enfadado.
Con información de agencias