El Centro Universitario de Género, la Asociación Colimense de Universitarias A.C. y el Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria desarrollaron el Diálogo: Liderazgos femeninos, en la delegación universitaria de Manzanillo.
Este panel se realizó en instalaciones de la Escuela de Turismo y Gastronomía y contó con la participación de las universitarias Sara Lourdes Cruz Iturribarría, Sara Gricelda Martínez Covarrubias, directora general de Educación Superior; Carmen Millán Manjarrez (en representación de Vianey Amezcua Barajas, coordinadora general de Comunicación Social) y Genoveva Amador Fierros, directora general de Relaciones Internacionales y Cooperación Académica, quienes abordaron temas como el papel de la mujer, el empoderamiento, la educación, los derechos humanos y el liderazgo.
También estuvieron Sofía Camorlinga en representación de Alicia López de Hernández, directora general del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria; Guillermina Araiza Torres, presidenta de la Asociación Colimense de Universitarias A.C., y Azucena Evangelista Salazar, directora del Centro Universitario de Estudios de Género (CUEG).
Durante la sesión, Sara Lourdes Cruz Iturribarría habló acerca del empoderamiento de la mujer, concibiéndolo como un proceso en el que ellas contribuyen al empoderamiento de sus semejantes y, por lo tanto, “es fundamental autorizarse y reconocerse para protegerse en la sociedad”.
Además, dijo que el empoderamiento “no significa ser las poderosas o apropiarse del poder; al contrario, se encamina a eliminar las diferencias en el acceso a oportunidades y democratizar la sociedad con equidad de género. El avance se reconoce en la visibilidad de acuerdos, políticas y acciones, así como en las sanciones al no cumplimiento de las mismas”.
En su turno, Sara Gricelda Martínez Covarrubias, al discutir sobre la mujer y la educación, dijo que éste ha sido tema de controversia a lo largo de la historia, pues las mujeres deben tratar de asumir un liderazgo en cualquier actividad que desarrollen para llegar a la igualdad entre hombres y mujeres. Comentó que en el ámbito laboral, como es al interior y exterior de la Ude, “es necesaria la formación del sector femenino como directivo eliminando las prácticas culturales y de actitud que no permiten estos avances”.
Por su parte, Carmen Millán, en representación de Vianey Amezcua Barajas, hizo una breve reseña de cómo se presenta la violencia hacia las mujeres, persistiendo en la actualidad de manera física, emocional, sexual y económica; por lo tanto, expuso que, en materia de Derechos Humanos, existe una violación y trato desigual a nivel legislación y en los tribunales para el sector femenino, lo que sugiere que es necesaria la concreción de reformas coherentes y seguras para evitar estos atropellos. “En la actualidad, lo que se ha logrado ha sido a paso lento pero firme”, afirmó.
Al tomar la palabra, Genoveva Amador Fierros subrayó la importancia de la inclusión de la mujeres, “pues son éstas las principales difusoras de la paz al contribuir con una cultura humanitaria”, y resaltó que se necesita un liderazgo que conduzca a un desarrollo sustentable, “como el de los gobiernos internacionales que han tratado en igualdad de condiciones a las mujeres y que han desarrollado una mejor calidad de vida para sus ciudadanos”.
Al terminar la participación de las expositoras, se realizó una rueda de preguntas, en la cual se destacaron opiniones acerca de la necesidad de fomentar el concepto de “sororidad”, que impulsa la igual de condiciones de la mujer, así como el reconocimiento entre mujeres a nivel laboral, hogar, familiar, escuela y en cualquier otro ámbito social.
Igualmente, Guillermina Araiza Torres, presidenta de las Asociación Colimense de Universitarias A.C., comentó en entrevista que “se confunde que las mujeres quieren ser igual que los hombres; pero no es así, ellas quieren que se hagan valer los mismos derechos”. Por lo tanto, opinó que este tipo de actividades son clave para lograr los objetivos en este periodo rectoral en materia de equidad de género e igualdad de derechos.
Además, comentó, “es necesario que existan cambios a nivel personal en hombres y mujeres para que se generen cambios en las familias, escuelas y en la sociedad en general”.
“Cuando desde casa se logre entender la equidad, será más fácil el impulso a la igualdad de derechos; esto es un problema de educación en valores debido a la reproducción de estereotipos, pues las niñas aún siguen siendo educadas para servir”.
Para finalizar, mencionó que la respuesta de Manzanillo hacia este diálogo fue muy provechosa y que hubo público tanto masculino como femenino entre estudiantes, docentes y directivos; “esto no es tarea sencilla, pero se tiene que luchar contra los estereotipos y es un gran avance tener estos diálogos con la comunidad”.