La OTAN defendió hoy su conducta durante la intervención internacional en Libia el año pasado, después que Human Rights Watch (HRW) publicó un informe en que la acusa de negar la muerte de «decenas» de
civiles e ignorar acusaciones de ataques ilícitos.
«La OTAN condujo su campaña en Libia con cuidado y precisión sin precedentes y a un nivel que supera los patrones exigidos por la legislación humanitaria internacional», afirmó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en un comunicado emitido en Bruselas.
«Esta fue la primera campaña aérea de la historia en la que se han utilizado únicamente munición teleguiada. Tuvimos un solido servicio de inteligencia y un proceso de selección de blancos muy estricto», aseguró.
La organización explicó que antes de lanzar cualquier ofensiva sus tropas analizaban horas de grabación de videos para decidir el día de la semana y la hora del día o de la noche en los que el ataque supondría menores riesgos para la población civil.
«Ningún blanco era aprobado o atacado si teníamos alguna razón para creer que podría poner civiles en riesgo», insistió.
Pese a ello, los aliados admitieron que «en una campaña militar compleja no existe riesgo cero para los civiles» y lamentaron «profundamente cualquier muerte de civil por la que la OTAN puede haber sido responsable».
La alianza acusa a las fuerzas leales al ex líder libio Muammar Gadafi de haber usado infraestructuras civiles, en vez de militares, para conducir sus actividades, «incluyendo mezquitas y hospitales», además de vestirse con trajes civiles y de desplazarse en vehículos civiles, poniendo en riesgo a la población.
El comunicado también afirmó que la OTAN ha investigado todas las denuncias «creíbles» de daños causados a civiles y ha concluido que todos los blancos alcanzados por sus ataques constituían «blancos militares legítimos».
«Nuestra misión ha sido totalmente consistente con el mandato de la ONU y ha salvado innúmeras vidas», argumentaron los aliados.
Con información de Notimex
