El recuerdo de la leyenda del kung fu, Bruce Lee, estuvo más vivo que nunca en Hong Kong, la ciudad en la que falleció hace hoy 40 años, donde se le rememoró con exposiciones y homenajes.
Fans del gran exponente de las artes marciales se dieron cita hoy en la antigua colonia británica para homenajear al mito desaparecido hace cuatro décadas, que para muchos fue el mejor y único embajador de Hong Kong por el mundo.
Exposiciones itinerantes, libros, documentales y espectáculos destacan en los actos conmemorativos, que hoy arrancaron con la muestra «Bruce Lee: Kung Fu-Arte-Vida».
Shannon Lee, hija del actor y presidenta de la fundación Bruce Lee, es una de las impulsoras de esta detallada exposición, que albergará el Museo del Patrimonio de Hong Kong durante los próximos cinco años.
Más de 600 artículos que detallan la vida de este icono hongkonés entre las que se incluyen vestimentas, carteles de películas, fotografías y vídeos que relatan la crónica de sus 32 años de vida componen la muestra, muy esperada por sus seguidores.
«Estoy muy emocionada», explicó Shannon Lee durante la inauguración de la muestra: «Es la primera vez que un museo importante en el mundo ha montado una exposición (dedicada a Bruce Lee) de esta magnitud».
Un tributo que llega tras críticas de la opinión pública hongkonesa por el olvido que las instituciones han tenido con este exponente de las artes marciales en estos cuarenta años, en los que se pidió, sin éxito, convertir su antigua vivienda, en el barrio de Kowloon Tong, en el museo de Bruce Lee.
«Creo que todo el mundo habría preferido que el museo estuviera en su antigua casa, pero al no ser posible me alegro de que al menos esta exposición sirva de reconocimiento», expresó su hija.
Por su parte, la Federación de Cine de Hong Kong produjo el documental «La brillante vida de Bruce Lee», que en 75 minutos relata los 32 años de este mito de las artes marciales.
Lee, a quien se atribuye la invención del «jeet kune do», una de las modalidades del kung fu, nació en el barrio chino de San Francisco, aunque creció y vivió buena parte de su vida en Hong Kong, donde falleció el 20 de julio de 1973.
En estas cuatro décadas, y hasta hoy, la figura de Bruce Lee tan sólo era notoria en las calles de Hong Kong con una estatua del luchador en el Paseo de Las Estrellas de Kowloon, una de las áreas más turísticas de la ciudad.
Por él pasan miles de turistas a diario y pocos son los que se resisten a sacar una foto, bien imitando la famosa pose que inmortaliza la estatua de Lee o junto a la estrella que lleva su nombre en el paseo más cinéfilo de la ciudad.
«Bruce Lee es nuestra estrella, nuestro héroe, por supuesto que tengo que llevarme una foto con él para enseñarla a los míos», explicó a Efe un turista originario de Shanghai.
«He visto sus películas y desde luego que merece esta estatua y un museo», añadió Peter Leung, un visitante escocés de paso por Hong Kong.
Pese a morir con tan sólo 32 años, Bruce Lee alcanzó una inmensa fama internacional con media decena de películas, entre las que se recuerda especialmente «Operación Dragón», estrenada una semana después de su muerte y que sirvió para comercializar y popularizar las artes marciales en el mundo del cine.
Su popularidad también le dio crédito internacional por haber ayudado a cambiar la percepción del mundo asiático en el cine y acercarlo al mercado occidental.