Ante estudiantes del Bachillerato 30 de la Universidad de Colima, ubicado en La Albarrada, este martes 18 presentaron los libros: “Herramientas de educación ambiental para la sostenibilidad” y “Voces, trazos y reflexiones juveniles: arte y educación ambiental para la sostenibilidad”. Estas dos obras son producto del trabajo de investigación titulado “El arte como herramienta de educación ambiental para la sustentabilidad”, que fue subsidiado por la UdeC en 2022.
En este proyecto participaron estudiantes del Bachillerato 30, ahora egresados, en la creación de murales como parte de un modelo de intervención educativa ambiental. El objetivo fue que, a través del arte, identificaran las problemáticas socioambientales de su entorno y se motivaran a emprender acciones de transformación social.
En la presentación estuvieron Rosalba Thomas Muñoz y Mireya Abarca Cedeño, coordinadoras de los libros; Silvia de la Mora Hernández y Juan Franco Rodríguez, colaboradores de la investigación, y Sergio Castillo Bartolón, egresado del Bachillerato 30.
La Dra. Rosalba Thomas explicó que en los libros se muestra cómo dieron voz a los estudiantes que participaron en la investigación, durante un semestre. “Ha sido bonito ver cómo, al tomar un lápiz, dibujar o escribir se involucraban consigo mismos, y todo eso quedó plasmado en estos libros”, comentó.
Explicó que la investigación se basa en cómo el arte puede transformar la vida de las personas y servir como una herramienta para la educación ambiental, ya que el medio ambiente es una fuente constante de inspiración artística. “Si no has observado cómo la naturaleza nos explica el mundo, es porque no te has detenido a analizar la dinámica de la ecología: cómo las plantas se recuperan, su lenguaje, qué significa una hoja amarilla, negra o verde, cómo y en cuánto tiempo se abre una flor. Todo esto es una enseñanza sobre el mundo, pero a veces vamos tan rápido que dejamos de notarlo”, reflexionó.
Agregó que los dos libros son el resultado de detenerse a observar el medio ambiente y escribir sobre él. “Dense la oportunidad de ver lo que sus compañeros sintieron, pensaron e hicieron”. Además, agradeció a quienes colaboraron en la investigación y a las y los estudiantes que participaron y experimentaron.
Por su parte, Mireya Abarca explicó que, en la entrada del plantel, hay varios murales creados por estudiantes que participaron en esta investigación, dos de los cuales fueron elegidos como portada de los libros. Además, el interior de la obra incluye fotografías que documentan el proceso. “Son imágenes que muestran cómo los chicos vivieron esta experiencia a lo largo de varios meses de trabajo”.
Asimismo, destacó que quienes participaron en el proyecto nunca habían trabajado juntos antes, lo que representó un gran desafío. “Reunir nuestras habilidades, intereses y gustos no fue fácil. En todo trabajo en equipo hay momentos difíciles, pero es gratificante cuando logramos ponernos de acuerdo, generar una idea y plasmarla”, expresó.
Por último, el egresado Sergio Castillo habló de su experiencia en el proceso de la investigación y recordó que les proporcionaron dos libretas, una pequeña para escribir sus reflexiones sobre varios cortometrajes de medio ambiente, y otra grande donde dibujaban bocetos o las ideas que tenían para los murales.