México.- El año 2024 ha sido un periodo de transformaciones significativas tanto para México como para el resto del globo, marcado por eventos que han moldeado el curso de la historia reciente.
En México, uno de los hitos más destacados fue la elección histórica que llevó a Claudia Sheinbaum a convertirse en la primera mujer presidenta del país. Este evento no solo simboliza un avance en términos de igualdad de género en la política mexicana, sino que también abre un nuevo capítulo en la administración pública con un enfoque en reformas judiciales y políticas sociales. La violencia, sin embargo, ha sido una constante preocupación, con un aumento notable en actividades de los cárteles y la militarización del país, lo que ha generado polémica y debate sobre la estrategia de seguridad nacional.
A nivel global, el año estuvo marcado por desafíos y avances. El cambio climático continuó siendo una preocupación apremiante, con eventos meteorológicos extremos que subrayaron la urgencia de acciones internacionales coordinadas. En el ámbito geopolítico, los conflictos en Ucrania y Medio Oriente siguieron siendo puntos focales de inestabilidad, influyendo en las dinámicas mundiales de poder y seguridad.
Otra dimensión importante fue la tecnología y la inteligencia artificial, con avances que prometen cambiar el panorama laboral, la educación y la salud, aunque también plantean desafíos éticos y de privacidad. La presencia de información manipulada y desinformación en plataformas digitales, especialmente durante periodos electorales, ha sido un tema recurrente, subrayando la necesidad de un periodismo crítico y de alfabetización mediática.
En el ámbito deportivo, los Juegos Olímpicos de París 2024 fueron una celebración de la unidad global y el espíritu deportivo, aunque también sirvieron como una plataforma para manifestaciones políticas y sociales alrededor del mundo.
Finalmente, 2024 nos dejó con lecciones sobre la fragilidad y la resiliencia de las sociedades modernas. La pandemia de COVID-19, aunque en retroceso, sigue siendo un recordatorio de la importancia de la preparación ante crisis sanitarias globales. La migración, especialmente desde Venezuela, ha sido uno de los movimientos humanos más grandes en la historia reciente de América Latina, presentando retos humanitarios y políticos a la región.
En conclusión, 2024 fue un año de contrastes, donde los avances tecnológicos y sociales se vieron entrelazados con desafíos de seguridad, medioambientales y humanitarios. Este cierre de año nos invita a reflexionar sobre cómo podemos avanzar hacia un mundo más justo, seguro y sostenible, tomando en cuenta las lecciones aprendidas y las oportunidades que se presentan para el futuro.
