Colima.- Este fin de semana regresó a tierras colimenses una caja de sonidos hecha en los años treinta. Mide tres metros de largo y su sonido es de cinco octavas y media. Al frente luce una lira hecha con la técnica de taraceado; a la derecha, los volcanes de Colima; a su izquierda, un paisaje del puerto de Manzanillo y abajo de esto la leyenda “La Bohemia”.
Esta marimba, propiedad de Alejandro Guzmán Nava, conserva aún el toque original de los años 30, tal y como la construyó Severiano Guzmán Moya con apoyo del ebanista Francisco Lazareno. Don Alejandro se ha encargado de darle mantenimiento a este instrumento heredado por su padre.
La Bohemia regresa a Colima 75 años después de su viaje a la ahora Ciudad de México, gracias a la donación de Alejandro y su hija Teresa Guzmán, quienes la traen de regreso, ahora a la sala de exposiciones temporales del Museo de Artes Populares, “María Teresa Pomar” de la Universidad de Colima.
Esta muestra alberga cuatro marimbas más: La de Chiapas, de 5 octavas, que perteneció a uno de los más grandes batallones militares de Chiapas entre la década de los 70 y 80, y que hasta unos meses pertenecía a la Secretaría de Cultura del Estado de Colima; dos marimbas de arco que tienen relación con los balafones [teclados de madera con resonadores de calabaza] africanos, y una marimba pequeña de tipo lúdico para que los niños aprendan, explicó Abraham Elías López, responsable del área de investigación del MUAP.
Durante la inauguración de la muestra y la donación de La Bohemia, la delegada del campus Colima, Priscilia Álvarez Gutiérrez, en representación del rector José Eduardo Hernández Nava, agradeció a Alejandro Guzmán por este obsequio; “tenga por seguro que el maestro Toño Enciso va a sacar todo lo bueno que se pueda de esta donación y que la marimba estará aquí siempre”.
Santiago Velasco Villalpando, coordinador general de extensión universitaria, dijo en su intervención que esta marimba “tendrá un impacto importante en la próximas generaciones, pues aunque no es utilizado comúnmente en el Estado, se buscará que los niños puedan aprender a tocarlo y a desarrollar nuevas habilidades”.
El evento culminó con un concierto literario musical a cargo de Felipe Ávalos, Moisés Sánchez y Marcelo Pedraza, quienes hicieron sonar “La Bohemia” al ritmo de los valses Sentimientos y Dios Nunca Muere, además del son Camino Real de Colima. BP