Con recursos por 2 millones 241 mil 665 pesos del Fondo de Aportaciones Múltiples, el rector José Eduardo Hernández Nava reinauguró este lunes la alberca de la Unidad deportiva de la Universidad de Colima, luego de que en el mes de noviembre pasado detuviera sus actividades para iniciar su completa rehabilitación.
La ceremonia de reapertura se realizó a un costado de la alberca, donde el rector dio un repaso de la gran importancia que este espacio ha tenido en la promoción de un estilo de vida saludable desde que la inauguró, en 1995, el entonces rector Fernando Moreno Peña.
En la Universidad de Colima, dijo el rector, “estamos conscientes de que la práctica de la natación es un deporte que va más allá de la activación física, o incluso del cuidado de la salud; es una práctica que implica disciplina y constancia, y en consecuencia una aportación a los valores que toda persona ejerce en su vida diaria”.
Para Hernández Nava, este beneficio a la salud de los universitarios y la sociedad en general ha sido posible porque las instalaciones deportivas de la Universidad han estado de manera cotidiana en las mejores condiciones posibles, con el fin de que alumnos y trabajadores tengan espacios adecuados para la práctica del deporte.
Desde su apertura, hace casi 22 años, la alberca ha sido sede de importantes eventos regionales y nacionales, como el selectivo nacional para los juegos olímpicos de Atlanta 1996, debido a que esta instalación cuenta con las medidas oficiales para el deporte olímpico y por ser una de las tres albercas más rápidas del país.
Diariamente, la alberca atiende a más de mil usuarios, entre alumnos de educación media superior y superior, quienes acreditan actividades deportivas. Además, el Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU) la utiliza para fomentar la natación como una actividad de estilo saludable a través de la Escuela de Iniciación para niños de 3 a 14 años, y para atender a deportistas con alguna discapacidad.
La inversión fue para renovar el cuarto de máquinas (donde se filtra el agua), así como para rehabilitar el azulejo, cambiar las canastillas, las rejillas de desagüe y para colocar una banqueta térmica alrededor de la piscina, que evitará que quienes la utilicen se quemen los pies al salir, entre otras mejoras.
En su intervención el director general de Cultura Física y Deporte, Luis Roberto Larios Carrasco, agradeció a nombre de la comunidad universitaria, de los más de mil usuarios diarios que tiene la alberca y de todos los que hacen uso de la instalación, el gran apoyo y respaldo del rector para la realización de esta importante obra.
El primero en lanzarse a la alberca renovada fue el estudiante y nadador Emiliano Mora Contreras, quien compartió la alberca después con pequeños alumnos de la escuela de natación y jóvenes con alguna discapacidad.
Tras la inauguración, José Eduardo Hernández Nava recorrió la sala de máquinas para comprobar la nuevas adecuaciones.
En la ceremonia, el rector estuvo acompañado por el Carlos E. Monroy, coordinador General de Docencia; Fernando Sánchez, coordinador general de Extensión Universitaria; Juan Carlos Vargas, coordinador general Administrativo y Financiero; Priscilia Álvarez, delegada de Colima; Luz María Urzúa, directora general de Recursos Materiales; Celso Armando Avalos, director general de Recursos Humanos; Elías Flores, abogado general; Rafael Martínez en representación de la FEC y José Luis Ramírez Domínguez, secretario técnico de Rectoría. BP