A las 12:10 horas del martes 12 de octubre, Florencio Ávalos, de 31 años, pasó a la historia. Tras 70 días bajo tierra, el hombre nacido en Salamanca, fue el primero en salir a la superficie luego que junto a sus 32 compañeros quedaran sepultados bajo miles de toneladas de tierra y rocas tras el derrumbe de la mina San José el pasado 5 de agosto.
Minutos antes, la expectación en el Campamento Esperanza, se mezclaba con el murmullo de la gente que esperaba inquieta a lado de los braceros de carbón que se multiplicaron para capear el frío y que se agolparon al lado de la pantalla gigante instalada afuera del casino del campamento.
El repicar de la campana de la escuelita de San José, y las bocinas rompieron el silencio. El primer minero salía de la mina con éxito. Los gritos y llantos de alegría se escucharon en cada rincón de este lugar rodeado de cerros y piedras. La sensación de felicidad no dio tregua a la baja temperatura, que junto a los abrazos de familiares, periodistas y cercanos, trajeron de vuelta el calor al San José.
A Florencio lo recibió su señora Mónica y sus hijos César y Byron de 15 y 7 años respectivamente. Luego el hombre que asumió el rol de capataz y camarógrafo en el socavón, pasó a la zona de triage vestido con su traje especial firmado por los 33 mineros. Ahí, se le aplicó un primer control médico para más tarde dirigirse a la zona de estabilización en módulos especialmente diseñados para ese protocolo.
Una hora después emergió el parralino, Mario Sepúlveda (40), quien se hizo famoso por bailarle a la bandera el 18 de septiembre. Con un tranquilo “cómo estamos” y repartiendo besos, abrazos y piedras del interior de la mina se dio tiempo de tirar algunas tallas, gritar «Viva Chile» y darle un recado amoroso a su esposa. “Dejé la cama hechita abajo”, alcanzó a decir antes que se lo llevarán a la mina.
Luego, vino el oriundo de Bulnes, Juan Illanes (52), quien en su momento confesó que estuvo atrincherado en 1978 cuando casi se entró en guerra con Argentina.
El cuarto del grupo fue Carlos Mamani (23), recordado porque cantó el himno nacional de Chile, aún cuando es boliviano, y por llevar apenas cinco días trabajando en la empresa San Esteban. Mamani, cumpliendo la tradición, se hincó y le agradeció a la “Pachamama” estar con vida. Saludó a su esposa Verónica Quispe, y agradeció a las autoridades porque “nunca nos abandonaron”.
El quinto rescatado fue Jimmy Sánchez, el menor de los 33 mineros. Con una polera con la leyenda “Gracias señor”, fue recibido con una bandera de la “U” que le llevó su padre, y entre gritos de los integrantes del equipo técnico que lo recibieron con cánticos alusivos al equipo azul.
Primer rescatista
Pero esta historia comenzó mucho antes cuando Manuel González, de la división de Codelco El Teniente, de Rancagua, bajó por el ducto del Plan B, el camino que perforó la milagrosa T-130, hasta las profundidades de la mina San José. Su bajada también fue dramática y generó los primeros ceacheí en el campamento. González también fue el primero fuera del grupo en llegar al lugar donde vivieron los 32 chilenos y el boliviano por 69 días, dando inicio oficialmente a un rescate sin parangón en la historia.
A escasos metros, el equipo de rescate, con el Presidente Sebastián Piñera de testigo privilegiado, y el mundo entero mediante una pantalla gigante, observaba atento la primera llegada de un no accidentado hasta la galería donde el sábado en la mañana rompió la perforadora.
Diecisiete minutos después, las pantallas oficiales dispuestas para mostrar el rescate mostraban la llegada de la Fénix 2 hasta la galería. Los mineros corrieron a abrazarlo, mientras en la superficie se iniciaba la primera celebración. Poco importó que no hubiera audio del encuentro. El primero ya estaba afuera y el rescate completo seguirá en camino por toda esta jornada.
Chile celebra el éxito del histórico operativo para rescatar a los mineros atrapados en la mina San José, cuando ya son diez los trabajadores que han salido a la superficie tras 70 días encerrados a 700 metros de profundidad.
Álex Vega Salazar, un mecánico de maquinaria pesada, de 31 años, se convirtió hoy en el décimo de los 33 mineros atrapados desde el pasado 5 de agosto en salir de la mina, en aparente buen estado de salud, como los demás, según el ministro de Salud, Jaime Mañalich.