¿QUÉ VIENE?
Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
Seguramente muchas definiciones de liderazgo se han escuchado. Inclusive hay quien lo conceptualiza desde una perspectiva situacional.
A veces el que se asume como líder o quien el grupo social determina así, tiene diferentes reacciones dependiendo las necesidades del momento.
El respeto y reconocimiento del depósito que se hace de confianza en esta persona, tiene que ver con la efectividad con que resuelve inconvenientes. En ocasiones con la intuición que haya demostrado para actuar ante diferentes disyuntivas. Dependiendo la circunstancia, con la fortaleza de carácter que sostiene y justifica sus criterios y acciones.
Sin duda, liderear implica tomar decisiones.
Como cualquier ser humano, se pueden cometer errores y, en principio, la forma en que se afronten, junto con sus consecuencias, definirán, no solo el alcance de este liderazgo, sino inclusive su trascendencia. La historia en general nos muestra que las motivaciones para ello son múltiples y aún en los casos más extremos, dependiendo el enfoque, se encontrarán elementos de cambio con presunciones de nobleza.
Quien encabece al grupo, quiere que éste crezca, sobresalga, destaque. Que encuentre cuál es su fin último. Pero a veces las cosas no salen como se planean o desean.
¿Qué pasó en Culiacán? ¿Quién falló en esa circunstancia?
El presidente Andrés Manuel se define así mismo como un transformador. Evidentemente se considera el líder actual del país, por convicción y por apoyo popular.
Liderazgo implica responsabilidad. Con sorpresa hemos observado estos últimos días cómo se pretende derivar ésta.
Y entonces tenemos que preguntarnos cada uno de nosotros qué implica esto de que no se hayan asumido las consecuencias.
Tenemos que encontrar un responsable. Pero no de lo sucedido, si no de lo que va a suceder.
Ahí, cada uno tenemos un papel destacado. Si queremos que se tome una dirección distinta, entonces TODOS TENEMOS UNA RESPONSABILIDAD. Así de simple.