Colima.- Zenén Campos Beas, dirigente de la Federación del Transporte Urbano y Suburbano de Colima, dio a conocer que debido al retorno del semáforo rojo es que se ha vuelto a reducir la cantidad de unidades que prestan el servicio.
“En diciembre se dio el servicio con mayor cantidad de unidades, pero ya lo anunciado en el mes de enero, que iba a venir otra curva alta de la pandemia volvió otra vez a restarse unidades”.
Campos Beas explicó que han decidido reducir las unidades cuando se está en alerta máxima debido a que la gente se confina, negocios se cierran, la actividad económica y turística se reduce, entonces la movilidad también y esto les ocasiona que su servicio no sea redituable si pusieran todo el parque vehicular a operar.
“No seria redituable (tener a todos los camiones trabajando) hay veces que una ruta de 8 o 10 camiones, al terminar su turno, entre los 19 te dejan 800 pesos, otros 140 otros, 24 pesos dependiendo las rutas donde andan”.
Recordó que hasta la fecha el transporte público no ha recibido apoyos de ningún orden de gobierno.
“Para nosotros es difícil mantener un servicio, cuando la población no está en su plenitud de necesidades de movilidad”.
Desde la primera ocasión que se dio un confinamiento decidieron quitar del servicio alrededor del 40 por ciento de unidades para no detener el servicio.
“Andan trabajando en una 18 camiones, pero trabajan un turno y en la tarde otros 18, para que puedan tener una área de trabajo y no despedir gente, de lo contrario habría que haber despedido gente”, dijo el dirigente.
De acuerdo a Campos Beas la afectación que han tenido va del 70 a 80 por ciento, pues señaló que en la vida normal, antes de la pandemia, se movían alrededor de 450 pasajeros por día y ahora van de los 150 a 200 por unidad.
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