Peso Pluma, Shakira y Jordi Rosado, personajes famosos por su éxito en la actualidad, son ejemplos que el novelista y profesor Rogelio Guedea Noriega usó para dar tres consejos primordiales a estudiantes de los bachilleratos Uno en Colima, 8 en Manzanillo y 20 en Tecomán, próximos a elegir su profesión.
De manera virtual, desde Nueva Zelanda, Guedea Noriega impartió la charla “Los retos de los jóvenes del siglo XXI: Peligros y consejos”, en la que habló de los síndromes de Peso Pluma, Shakira y Jordi Rosado para reconocer que el éxito no llega espontáneamente, como puede parecer: “Los grandes sueños y cosas se construyen con trabajo, no podemos dejar a la suerte lo que hagamos”, dijo.
Así pues, remarcó la importancia del esfuerzo, “la preparación y perseverancia por hacer cosas perdurables que nos den satisfacción y felicidad, y no lo fácil y rápido que no dure, cause ansiedad y frustración”.
El reconocido escritor colimense propone el síndrome Peso Pluma, de quien contó que empezó a seguir todos sus escondrijos y matices de la vida de ese cantante: “Me di cuenta que estaba frente a un joven que desde niño encontró y empezó con esta vocación de la música, y en un video dijo que se dedicaría a ella toda la vida”.
Señaló que la vocación se puede encontrar desde muy joven, “si uno silencia un poco el ruido exterior y empieza a escuchar su voz interior; es decir, hacer una pausa de todo lo que ven en las redes sociales, de influencers y Tiktok; pregúntense qué les apasiona hacer y qué hacen en este momento, porque seguramente allí está la clave de lo que serán en el futuro”.
Sobre el Síndrome Shakira, el escritor dijo que es interesante, y que si bien sus últimos lanzamientos musicales como la sesión #53 con BZRP (Las mujeres facturan), son muy exitosos, esto no sucedió de la noche a la mañana. Relató que desde los once años, la cantante Shakira baila danza árabe, se presentó y cantó en Colombia, concursó en canto y habla como cinco idiomas: “Esto nos dice que el éxito de la noche a la mañana no es cierto y no existe”, aseguró.
También comparó el síndrome de Shakira con el cuento infantil de “Los tres cochinitos”, el cual deja el mensaje “de prepararnos, perdurar, tener paciencia y perseverar en lo que hacemos y en lo que nos gusta hacer, para que no en un año ni a los cinco, sino a los diez o quince podamos consolidar aquella pasión por lo hecho; hacer cosas sin prepararse, cantar como sea sin haber tomado clases de canto, viralizarse y comprar una casa grande no es posible, lo único que esto crea es ansiedad, depresión y frustración que obviamente no es bueno para la salud mental ni física, ni para la gente que los rodea”.
En cuanto el tercer síndrome, el de Jordi Rosado, dijo que este comunicador en la actualidad realiza entrevistas con actores y actrices famosas: “Muestra una etapa que me indica una consolidación de su trabajo y reinvención de sí mismo; cuando se ha conseguido algo, lo importante es consolidarlo, alimentando de tal forma que siga siendo satisfactorio”, puntualizó.
Explicó que Jordi viene de un programa junto con Adal Ramones, quien era el protagonista y de donde obtuvo la parte creativa: “Rosado tomó la decisión de hacer su propia carrera, salir, perseverar y hacer las cosas como quería hacerlas y, en la actualidad, se consolidó con trabajo, humildad, sin soberbias, y tiene un programa de entrevistas que ha tenido una gran proyección”, dijo.
En la parte central de su charla, Rogelio Guedea aconsejó tener presentes estos tres síndromes: “El de Peso Pluma y silenciar el ruido exterior para escucharse a ustedes, después pasan al síndrome de Shakira, que es trabajar arduamente para conseguir lo que les apasiona y finalmente al síndrome de Jordi, que es trabajar para tener esas satisfacciones y con humildad y sin frivolidades, consolidarse”.
Rogelio Guedea, colimense y ganador de destacados premios literarios por su obra escrita, explicó que quiere dejar en los estudiantes un poco de su experiencia; es su deseo, dijo, “darles algo que les sea útil y puedan cambiar algunos de los chips que traen los y las jóvenes”.
Cabe destacar que estos consejos a estudiantes se desprenden del tema de su más reciente libro “Carta a Bruno, treinta consejos para 30 peligros”, que consiste en una carta diaria, durante 30 días, que escribió antes de que partiera su hijo a estudiar fuera del país: “Son consejos basados no sólo en mi propia experiencia sino en lecturas que hice de grandes pensadores”, aclaró.
En la publicación se puede encontrar el consejo de un padre a su hijo sobre los peligros que puede enfrentar con las drogas, el cigarro, alcohol, la ansiedad, depresión, sedentarismo, mala alimentación, insomnio, falta de amor, el sexo, ingratitud, culpa, importancia del estudio y la preparación, inteligencia artificial, el peligro de no leer y lo que ocasiona, la injusticia, presunción, enfermedad, muerte, ociosidad, el gamming, pornografía, delito y la necesidad de la moderación ante el derroche.
Además, contó que tiene 23 años dando clases, tiempo durante el cual ha encontrado en la cultura de lo viral que todo tiene que ser rápido: “Parece que ya no es necesario esforzarse en hacer lo que nos gusta, ni prepararnos. Esperamos que si tocamos una canción se haga viral, nos hagamos famosos y ricos, y que todo termine allí”, dijo.
Así, el escritor busca aconsejar qué hacer cuando la juventud experimente peligros como la depresión, drogas y alcohol y qué hacer para mejorar hábitos positivos como el ejercicio y la lectura: “El libro ‘Carta a Bruno’ aconseja hábitos y cosas concretas por hacer para sortear los peligros que les presenta la vida y que a veces no se conversan con los padres, no porque no se quiera sino porque a veces no existe ese tipo de comunicación”, finalizó.