¿QUÉ VIENE?
Por: Sean Osmin HAMUD RUIZ
La percepción es el proceso de interpretar la información que los sentidos reciben del entorno.
A partir de este trance, generamos emociones y expectativas sobre nuestra cotidianidad. Ello nos pauta el proceso de toma de decisiones, tanto del día a día, como de nuestro futuro mediato o de largo plazo.
Si esas interpretaciones nos llevan a la confianza, la tranquilidad, a ciertas certezas, entonces, además de la sensación de estabilidad, se genera fe.
Generalmente ello tiene como consecuencia que encaminemos el esfuerzo hacia la inversión, por ejemplo en una casa, un auto, en la educación de los hijos, hasta en el buen fin.
El fundamental de cualquier sistema económico o político, deriva de la confianza. Si ésta se afinca, entonces sentimos que las cosas están bien y caminamos serenos. Si se pierde, entonces colapsan mercados, quiebran bancos, entramos en crisis.
Y hay ocasiones en que los datos duros podrían indicar cierta solidez o estabilidad, pero cuando el gran público percibe que no, se diluye cualquier factor y el colapso viene.
Es obvio que ello es un abstracto y que no es ni cimiento ni estructura. Pero sin duda es un excelente aglutinante y un mejor precursor de aceleración.
No se debe perder la perspectiva de que es un elemento efímero.
Mantenerlo depende de que se sostenga con resultados concretos y específicos en la materia en cuestión.
La idea sólida es que, a partir de que mejora la sensación de que el entorno es amable, tenemos un buen saque de salida para comenzar el partido.
El dato que nos revela INEGI respecto a la mejora en 8 puntos porcentuales referente a la percepción de inseguridad en el municipio de Colima resulta positivo. Con ello, la autoridad tiene que sentirse mayormente comprometida a profundizar esta mejora y sustentarla con el movimiento de otros indicadores. Este resultado no es un cheque en blanco.
El presidente Riult Rivera, a 100 días de comenzada su administración, va horadando el camino de su gestión. Indispensable es que mantenga el entusiasmo y que solidifique resultados, solo esto garantiza que se perfile el buen RUMBO.
MICROCUENTO
Una luz cegadora, un disparo de nieve… dolor, mareo, casi un desvanecimiento. Entre el apuro y una gula casi infantil, me autoflagelé sin necesidad. Prisa, Coca Cola y hielos no son buena combinación.