El desplome de los precios del petróleo ha puesto a la economía de Rusia camino de una brusca recesión el próximo año, dijo el viernes el ministro de Finanzas, mientras las autoridades reforzaban el rescate del primer banco que sucumbe ante la crisis cambiaria del país.
La economía rusa se ha frenado en seco ya que las sanciones occidentales por la crisis de Ucrania limitan la inversión extranjera y alientan la fuga de capitales, justo cuando el derrumbe de los valores del crudo reduce severamente los ingresos por exportación de Rusia y castiga al rublo.
El Gobierno ha tomado medidas para respaldar a los bancos clave y responder a la profundización de la crisis cambiaria en la última semana, incluyendo una fuerte e imprevista subida de los tipos de interés. Pero los analistas son pesimistas sobre el panorama tanto para la economía como para el rublo.
El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, dijo a los periodistas el viernes que la economía podría contraerse un 4 por ciento en 2015, la primera retracción desde 2009, si los valores del petróleo promediaban su nivel actual de 60 dólares por barril.
Siluanov dijo además que el país tendría un déficit presupuestario del más de 3 por ciento el próximo año si el precio del crudo no aumentaba.
Los valores del petróleo cayeron casi a la mitad desde su techo de junio ante un exceso global de la materia prima y la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de no reducir el suministro.
Arabia Saudí dijo el viernes que estaba preparada para soportar un período largo de precios bajos.
«Necesitamos que nuestro presupuesto esté equilibrado a 70 dólares por barril hacia 2017», dijo Siluanov.
El Gobierno ruso también impuso controles informales de capitales esta semana, incluyendo órdenes a las grandes exportadoras de petróleo y gas Gazprom y Rosneft de que vendan parte de sus ingresos en dólares para apuntalar al rublo.
Los rusos están muy atentos al tipo de cambio desde el colapso de la Unión Soviética, cuando la hiperinflación destruyó sus ahorros durante varios años en la década de 1990.
La caída del rublo inevitablemente llevará a una mayor inflación el próximo año, lo que después de años de estabilidad, amenaza a la reputación del presidente Vladimir Putin por asegurar la prosperidad del país.
EL RUBLO, EN PROBLEMAS
La moneda rusa caía el viernes horas después de registrar sus niveles más fuertes en más de tres semanas.
«Si el petróleo cae a 50 dólares (por barril) no creo que nuestras autoridades puedan mantener artificialmente el tipo de cambio (del rublo) incluso con mayores ventas de los exportadores», dijo el jefe del tesoro de uno de los principales bancos rusos, que habló bajo condición de anonimato porque no tiene autorización para tratar con los medios.
El viernes, las autoridades rusas también incrementaron significativamente los fondos del rescate para Trust Bank, diciendo que ofrecerían hasta 2.400 millones de dólares en créditos para salvar al prestamista de tamaño mediano.
El colapso del rublo desató compras de pánico de divisas en Rusia y una oleada de retiradas de depósitos, elevando la presión sobre un sector bancario vulnerable cuyo acceso a los mercados de capitales internacionales ya había estado restringido por las sanciones occidentales.
La agencia de crédito Standard & Poor’s dijo esta semana que podría rebajar la calificación de Rusia a basura en enero debido al rápido deterioro de la «flexibilidad monetaria» en el país.
Además, las reservas rusas de oro y divisas han bajado a sus menores niveles desde 2009. La semana pasada, cayeron hasta 15.700 millones de dólares a un total inferior a 400.000 millones de dólares, frente a los 510.000 millones de dólares al comienzo del año.