Colima.- Los ciclones tropicales tienen efectos meteorológicos en la Tierra y para medir sus magnitud los especialistas utilizan la escala Saffir-Simpson, la cual estima el daño potencial de viento y marea de un huracán.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) explica que los ciclones tropicales se caracterizan por una circulación cerrada de sus vientos y se dividen en fases de acuerdo a su velocidad de vientos máximos sostenidos en superficie (VMS).
Se considera Depresión Tropical cuando los VMS son menores a 63 km/k, pero si estos se mantienen entre 63 y 118 km/h son considerados Tormenta Tropical.
Cuando los VMS superan los 118 km/h, es entonces cuando se clasifica como huracán y dependiendo de la velocidad de sus vientos se clasifican en cinco categorías de la escala Saffir-Simpson.
Esta escala se divide en cinco categorías, cada una distingue diversos daños materiales potenciales según la velocidad del viento y la altura del oleaje que provocan los huracanes.
Categoría 1
Esta es el primer nivel de un huracán el cual debe tener vientos de 119 a 153 kilómetros por hora y leva la marea de 1.2 a 1.2 metros.
A su paso puede dañar casas, árboles, arbustos y señaléticas; también puede inundar levemente las carreteras costeras y algunos muelles, así como provocar afectaciones insignificantes en edificios.
Categoría 2
En este segundo nivel de huracán se producen vientos de 154 a 177 km/k y la marea se eleva 1.6 a 2.4 metros.
Esta potencia genera daños a puertas, ventanas, arbustos, árboles, algunos techos de construcciones, casas, señalizaciones y muelles.
A su vez, las zonas costeras se pueden inundar de 2 a 4 horas antes de la llegada del centro del ciclón y las embarcaciones pueden romper sus amarras.
Categoría 3
El tercer nivel de medición considera huracanes si sus vientos se mantienen entre 178 a 209 km/k y eleva la marea de 2.5 a 3.6 metros.
La fuerza de estos vientos puede provocar daño estructural a construcciones, arbustos, señalización e incluso puede tirar árboles grandes.
En las costas se pueden inundar las calles de 3 a 5 horas antes de la llegada del centro del fenómeno, además de destruir pequeñas estructuras y el oleaje puede lastimar grandes estructuras.
Inclusive las zonas costeras que se localicen a 1.5 metros sobre el nivel del mar pueden ser inundadas hasta 13 kilómetros o más tierra adentro.
Categoría 4
Los vientos huracanados de este nivel rondan de los 210 a 249 kilómetros por hora y genera una elevación de la marea entre los 3.7 y 5.5 metros.
Sus efectos provocan afectaciones más extensas en las construcciones, techos, puertas y ventanas, puede arrancar arbustos, árboles y señalizaciones.
Las zonas costeras pueden inundarse de 3 a 5 horas antes de la llegada del ciclón, destruir pisos bajos cercaos a la costa.
El oleaje puede inundar hasta 3 metros sobre el nivel del mar, por lo que se requeriría una evacuación mayor hasta 10 kilómetros tierra adentro.
Categoría 5
La fuerza de los vientos supera los 249 km/h y la marea puede superar los 5.5 metros de elevación.
La potencia del agua y el viento puede destruir construcciones, puertas, ventanas, provocar fallas en el suministro de energía, arrancar árboles, arbustos y señalizaciones.
Las zonas costeras pueden inundarse de 3 a 5 horas antes de que el centro del fenómeno toque tierra, generando que los pisos de construcciones que estén hasta 500 metros de la costa se vean afectados.
En este nivel se requiere una evacuación mayor de áreas costeras hasta 16 kilómetros tierra adentro.
El Cenapred recuerda que lo más importante de todo en esta temporada de lluvias es mantenerse informados de la evolución de los fenómenos y seguir las indicaciones de las unidades regionales de Protección Civil para evitar desastre.
Colima, al ser un estado costero, se encuentra constantemente afectado por el paso de éstos fenómenos naturales, sin embargo muchos de los daños se pueden aminorar o evitar si la población sigue las recomendaciones de Protección Civil y se reduce las situaciones de riesgo.
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