Ciudad de México.- El Supremo Tribunal de Justicia de la Nación ordenó que se realicen transfusiones sanguíneas necesarias a una niña de seis años que sufre de leucemia, a pesar de que sus padres se rehusaron debido a sus creencias religiosas.
La menor de seis años presenta leucemia linfoblástica aguda y fue ingresada a un hospital en estado de urgencia.
Los médicos indicaron que la menor requería transfusiones sanguíneas, pero los padres de la menor se opusieron en ejercicio de su libertad religiosa.
En consecuencia, la Subprocuraduría de menores asumió la tutela de la niña para autorizar el tratamiento indicado, aunque la madre argumentó que le fue desplazado de forma injustificada su derecho a decidir libremente sobre la salud de su hija.
A propuesta del ministro Arturo Zaldívar, la Primera Sala de la SCJN resolvió que se le diera el tratamiento requerido, al considerar que si bien los padres tienen el derecho de tomar decisiones libres sobre sus hijos, este derecho tiene como límite no poner en riesgo la salud y vida de sus hijos.
La Sala explicó que se pone en riesgo la vida de un niño cuando los padres se rehúsan a aplicar un tratamiento, privilegiando sus creencias religiosas, cuando se haya acreditado que dicho procedimiento es el más efectivo para combatir la condición y no representa una disputa sobre su confiabilidad.
En esta ocasión se resolvió que debía sustituirse la voluntad de los padres, pues el tratamiento indicado por la ciencia médica consiste en la realización de quimioterapias acompañadas de transfusiones sanguíneas.
A juicio de la Sala debe autorizarse el tratamiento indicado por el personal médico, pues solamente a través de esa intervención podrá protegerse la vida de la menor.
La SCJN precisó que el tratamiento debe suministrarse bajo la estricta supervisión de las autoridades, y otorgando siempre un trato digno, incluyente y respetuoso a los padres.
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