Ciudad de México.- La Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevé que la temporada de lluvias y ciclones tropicales 2020 sea más activa del promedio y, como consecuencia, traiga consigo más formaciones de las acostumbradas.
En una videoconferencia, Blanca Jiménez, titular de Conagua, puntualizó que también se espera que más ciclones toquen tierra esta temporada, pues normalmente lo hacen de 3 a 4, pero este 2020 se pronosticó que 5 o 6 ciclones lleguen a territorio nacional.
El aumento en el pronóstico de este año se debe a un incremento en la temperatura superficial del mar y anomalías del viento para este periodo, además de que se actualizó la base de datos de ciclones tropicales, lo que permitió a la Conagua ser más certera en sus predicciones.
Esto implicó mejorar el análisis de las condiciones océano atmosféricas, las condiciones de El Niño, identificar las variables predictoras, los años análogos, los pronósticos de modelo globales y elaborar un mejor modelo especifico para México.
¿Cuántos huracanes se formarán este 2020?
En el Océano Pacífico se espera un promedio de 18 a 18 formaciones: 7 u 8 tormentas tropicales, de 4 a 5 huracanes de categoría 1 o 2, además de 4 a 5 huracanes de categoría 3, 4 o 5.
En el Océano Atlántico se pronosticaron de 15 a 19 formaciones: de 8 a 10 tormentas tropicales, de 4 a 5 huracanes categoría 1 o 2, además de 3 a 4 huracanes categoría 3,4 o 5.
Recordemos que este 15 de mayo inicia la Temporada de Ciclones Tropicales en el Océano Pacífico y el próximo 1 de junio iniciará en el Océano Atlántico. En ambos litorales, la temporada concluirá el 30 de noviembre de 2020.
La titular de Conagua recordó que el año que se tuvieron menos ciclones en el Pacífico fue 2010 con 10 formaciones, mientras que 1992 se registró el máximo histórico con 24 ciclones.
Por su parte, en océano Atlántico tiene registrados el menor número de ciclones en 1983 con cuatro formaciones y en 2005 el mayor número con 28 ciclones.
Blanca Jiménez explicó que no sólo se debe observar la intensidad de huracán, pues las afectaciones de un fenómeno dependen de diversas condiciones como su tamaño, desplazamiento y velocidad de los vientos.
Recordó, por ejemplo que la Tormenta Tropical Ferdinand afectó gravemente al país dejando a su paso 529 litros por metro cuadrado, mientras que la Depresión Tropical 19-E del año pasado, dejó 351 litros por metro cuadrado.
Por otro lado, señaló que Conagua se preparó para esta temporada optimizando las condiciones de las presas, limpiando pozos, compuertas y reduciendo los efectos en caso de que se den eventualidades.
Recordó que también se preparó un pronóstico especial para hospitales COVID-19, que puede consultarse en su sitio, donde se dará información sobre lluvia, temperatura y viento, sobre todo para los hospitales ambulatorios.
En él se pueden consultar el pronóstico meteorológico a muy corto plazo, de 5 minutos hasta de 3 horas, lo que les permitirá prever medidas y tomar acciones.
PC y COVID-19
Por su parte, David León Romero, coordinador Nacional de Protección Civil, indicó que este año se trabajó un plan extenso para prevenir emergencias climatológicas, pero también atender las emergencias propias de la contingencia sanitaria.
Respecto a los albergues temporales, señaló que observarán que se cumplan las recomendaciones del sector salud, se apliquen filtros estrictos, se refuercen las medidas de higiene y monitoreo de la salud de las personas albergadas.
A su vez, Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, destacó que se ha avanzado en el proceso de coordinación entre dependencias.
Señaló que la contingencia sanitaria, obligó a los equipos de respuesta a estar doblemente preparados para proteger a la ciudadanía de la epidemia y los eventos climáticos.
Detalló que debieron crear estrategias necesarias para hacer frente a los eventos que pudieran aparecer, no obstante la emergencia sanitaria.
Llamó a la población que vive en zonas de riesgo a estar atentos a los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional y la Coordinación Nacional de Protección Civil para prevenir cualquier emergencia que pudiera causar los fenómenos naturales, con independencia de sus dimensiones.
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