Por Héctor A. Romero Fierro
En el Informe de López escuchamos los mismos slogans, buenas intenciones y muchas mentiras, pero nada que permita creer que vamos camino a la prosperidad. No escuchamos acciones tendientes a revertir la fuga de capitales o fomentar la llegada de la inversión extranjera brindándole seguridad jurídica; nada escuchamos del fracaso de la lucha contra la corrupción donde se reportan cero sentencias por temas de corrupción.
No escuchamos que reconozca que la Fiscalía General de la República solo actúa bajo consigna del presidente o atendiendo sus pleitos familiares; no escuchamos como se va a combatir al crimen organizado que domina al país y lo tiene en llamas; no escuchamos cómo se va a impedir el terrible crecimiento del numero de homicidios dolosos cuya mayoría es competencia del gobierno federal.
En el sexenio de López se reportan 132,547 homicidios en 45 meses de gestión, cuando en el mismo periodo con Peña Nieto solo se acumularon 81,299 y en el de Felipe Calderón, a quien se le atribuye la culpabilidad de la guerra contra el narco, solo 60,319 homicidios. Estos 132,547 homicidios no son solo cifras, son vidas humanas que eran hermanos, hijos, padres, de muchos de nosotros; no escuchamos cómo vamos a ayudar a todos aquellos que buscan a sus desaparecidos y que no cuentan con ninguna protección como lo hemos podido apreciar cuando por buscarlos también los asesinan; dice que se amortiguó la desigualdad, pero omite que se incrementó en México el número de pobres y que los millonarios, cercanos al régimen, lo son aún más; en 2018 el 41.9% de la población mexicana vivía en situación de pobreza, ahora el 43.9% reporta esa situación. El presidente quiere tanto a los pobres que los multiplica.
No informó lo mal que estamos en materia económica cuando el Banco de México reporta a la primera quincena de agosto un 8.62%, (la más alta en 22 años) lo que obligó a ese banco elevar la tasa de interés base al 8.50%, quedando en el nivel mas alto desde 2008 encareciendo el costo del dinero para las empresas, tarjetas de crédito y créditos hipotecarios. No escuchamos que 31.8 millones de personas en nuestro país operan en la economía informal y por ende no gozan de seguridad social; tampoco se nos advirtió que nuestro país no crecerá económicamente el resto del sexenio, por lo que perdimos seis años a cambio de nada; tampoco escuchamos la realidad de las finanzas de la CFE que acumula pérdidas al cierre de 2021 de 106,260 millones de pesos y Pemex pérdidas por 60 mil millones de dólares solo en el periodo de MALO.
Nunca nos dijo López que la Refinería Dos Bocas va a costar lo doble de lo presupuestado y que nunca, a juicio de los expertos internacionales, va a ser posible recuperar esa inversión, y menos en manos de Pemex que fue incapaz de hacer, para su construcción, un proyecto ejecutivo. Solo en días pasados pidieron ampliación presupuestal porque olvidaron presupuestar el IVA que había que pagar a a los proveedores. Tampoco nos dijo que es, junto con el Tren Maya y la Central Avionera de Santa Lucia (AIFA) las obras más opacas de la historia contemporánea de México, pero pide MALO a la población, que estemos tranquilos porque nadie hizo negocios personales.