La fresa es resultado de la agregación de muchos carpelos secos diminutos sobre un receptáculo pulposo inflado; es rojo, con sabor dulce y un aroma característico y aromático.
La planta es de tipo herbáceo y se compone de raíces y raicillas. Es pequeña y con numerosas hojas originadas en una corona muy corta que se encuentra a nivel del suelo y constituye la base de crecimiento de la planta.
La recolección es manual debido a que es altamente sensible: debe cosecharse cada tres días y manejarse con mucho cuidado. Respecto a la plantación de esta fruta, por el tipo de tecnología que se utiliza en el cultivo, como lo es la utilización de coberturas y riego, lo más recomendable es hacerlo en líneas de 70 a 80 cm de ancho y 20 cm de altura. Se colocan dos hileras de plantas, separadas 40 cm entre sí, a una profundidad tal que el cuello de la raíz quede a nivel del suelo, de manera que las raíces no estén expuestas, ni la corona enterrada.
Es importante tomar en cuenta que las altas temperaturas y los días largos (más de 12 horas de luz) provocan crecimiento vegetativo excesivo; las bajas temperaturas y los días cortos inducen la floración. Por lo que la zona ideal para la producción de la fruta es entre 1300 y 2000 metros sobre el nivel del mar.
Además se prefiere de suelos equilibrados ricos en materia orgánica, aireados, bien drenados, pero con cierta capacidad de retención de agua.
En el contexto productivo, México produjo en 2021, 542 mil 891 toneladas, teniendo como principales estados productores a:
Michoacán con más de 326 mil toneladas
Guanajuato con más de 99 mil toneladas
Baja California con más de 91 mil toneladas
México y Baja California Sur con más de 7 mil toneladas
Jalisco con más de 5 mil toneladas
Ahora que ya sabes los datos más importantes para la producción de esta deliciosa fruta, animate a ser parte de los #HéroesDeLaAlimentación con la cosecha de fresa.