La Secretaría de Educación Pública (SEP) otorgó a la Universidad de Colima, por octava ocasión y de manera consecutiva, el reconocimiento que la acredita como una de las instituciones educativas de mayor calidad en el país, al contar con el 94.7 por ciento de su matrícula escolarizada inscrita en programas que han sido evaluados por instancias externas, acreditadas y reconocidas por la SEP.
En nombre del rector Miguel Ángel Aguayo López recibió el distintivo Eduardo Hernández-Hernández, en una ceremonia realizada en el edificio central del la SEP, en la Ciudad de México, encabezada por el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, por el secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Rafael López Castañares y por el rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, Jaime Valls Esponda.
En esta Entrega de Reconocimientos a Instituciones de Educación Superior (IES) por la Calidad de sus Programas Académicos, también estuvieron en el presídium la directora general del Instituto Politécnico Nacional, Yoloxóchitl Bustamante Diez, el director general del Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES), Luis Eduardo Zedillo Ponce de León; el coordinador de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), Javier de la Garza Aguilar y el director general del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL), Rafael Vidal Uribe.
La SEP reconoce a las instituciones de educación superior que cuentan con el 75 por ciento o más de su matrícula escolarizada inscrita en programas educativos que han sido evaluados por instancias externas, acreditadas y reconocidas por la SEP.
López Castañares, en su intervención, dijo que este acto “es muestra fehaciente de la responsabilidad de las instituciones educativas por elevar la calidad de los programas educativos, y un reflejo de años de trabajo y del compromiso y dedicación de los docentes, de la buena conducción por parte de directoras, directores, rectores o rectoras, pero sobre todo del empeño constante de todos por mantenerse en este camino de la calidad”.
Valls Esponda, quien habló en nombre de las IES, comentó que este galardón es un reconocimiento que los prestigia y honra “por haber asumido la calidad y la excelencia como divisas, además de recompensar el arduo trabajo asumido por las comunidades educativas y que evidencia la aplicación transparente y eficaz de los recursos públicos en el logros de las funciones y en el aseguramiento de la calidad”.
Mencionó que los avances educativos han sido notables a partir de 2004, año en que se instituyeron estos reconocimientos y que entonces se entregó solo a trece instituciones que habían logrado más del 75 por ciento de su matrícula en programas de buena calidad.
Puntualizó que de ahora en adelante debe ponerse más énfasis (sin desdeñar los modelos de evaluación que hoy les brindan esta gran satisfacción) en otros indicadores de segunda generación, como el aprendizaje efectivo alcanzado por los alumnos, la movilidad y el intercambio académico, la responsabilidad y la inclusión social, la comparabilidad de programas educativos, la doble titulación, el desempeño de los egresados en el mercado de trabajo, la internacionalización de la educación y la investigación, principalmente.
Por último, Tuirán Gutiérrez anunció que de los 57 reconocimientos que se entregaron ese día, nueve de cada diez instituciones venían a refrendarlo, “lo cual indicaba justamente que se trata de un trabajo tesonero y perseverante”.
“Nos reunimos –dijo– para hacer un reconocimiento al compromiso institucional con la calidad, por el que las instituciones aquí representadas han perseverado y realizado esfuerzos considerables”.
Agregó que como todos los años, en éste también se entregaron reconocimientos tanto para IES públicas como particulares, de un total de 212, y que en consecuencia, tomando de referencia estas cifras, el número se ha multiplicado por cinco de 2004 a 2011. Puntualizó también que todas las instituciones galardonadas entienden sin lugar a duda, que “para que la educación cumpla con su misión de desarrollo y equidad, debe ser de calidad; ésa es la condición más importante y la única razón de ser”.
La calidad, añadió, “es la razón de romper el círculo vicioso de la exclusión, y de ampliar la matrícula o la cobertura”.
Finalmente, señaló que todas las universidades públicas federales y estatales estaban representadas en esa ceremonia, y que entre todas albergan una matrícula de estudios y de investigación de casi un millón 550 mil estudiantes, generando más 43 mil artículos científicos entre 2005 y 2009, lo que equivale casi al 80 por ciento de las investigaciones nacionales.