Aquila, Michoacán.- Una bala que salió del rifle de un militar le quitó la vida. Señalan los indígenas de Aquila que estuvieron durante el ataque a civiles el pasado domingo.
Este martes el cuerpo de Idelberto, fue colocado en un sencillo féretro bajo una ramada de playa en la comunidad de Ixtapilla. Unas cuantas veladoras pero muchas lagrimas de sus familiares.
En medio el llanto y sufrimiento de la familia y los vecinos de la zona, hubo algo imposible de no percibir, la ausencia de autoridad alguna, que en cualquier otro momento, habrían hecho acto de presencia.
El entierro costó 10 mil 400 pesos, pero la familia tuvo para costearlo. Sin embargo la funeraria no pidió ningún adelanto y dio plazo indefinido para que los parientes del niño cubrieran el costo. Trascendió este miércoles que el Ayuntamiento de Aquila podría asumir ese costo.
El domingo pasado cuando Idelberto de 12 años y los demás civiles escucharon los disparos que el ejército realizaba desde el puente Ixtapilla, corrieron a esconderse en el puente e Idelberto en un restaurante, pero una bala lo alcanzó y se impactó en su nuca.
Una de las testigos, explica que el menor no estaba en la manifestación, había acudido a la ‘tiendita’ a comprar pañales para uno de sus hermanos y al escuchar los disparos corrió a esconderse al restaurante ‘Costa de Michoacán’, ubicado a una orilla de la carretera Aquila-Lázaro Cárdenas, cerca del puente de Ixtapilla. En esos instantes una bala le dio justo detrás de la cabeza y salió por la frente.
«Escuchamos que los soldados empezaron a disparar desde el puente. Cuando oímos los tiros corrimos hacia la cocina, el niño fue a la tienda porque iba por pañales para su hermanito, pero en el momento en que entraba por la puerta le dio la bala, ya no lo alcance a salvar”, dijo María.
“Fue su desgracia, la bala que entró por la ventana. Cuando me tiré al piso, lo voltee a ver y ya estaba sangrando, no alcance a hacer nada por él. Respiraba por la boca y sangraba mucho”.
En medio del dolor, la familia de Idelberto asegura que hasta ahora ninguna autoridad federal o estatal ha tenido acercamiento con ellos, pero lo que más les importa es que haya justicia y se castigue a quien asesinó a tu hijo.
«El gobierno pasó y ellos no respetaron el bloqueo. -El niño- iba a comprar unas cosas que le había encargado su mamá, escuchó que empezaron a disparar se metió en el restaurante y ahí sucedió”, narra Miguel Reyes Vera, papá de Idelberto.
«No teníamos nada que ver con los soldados ellos la regaron, yo quisiera que ellos fueran castigados. Él no tenía culpa de nada, es un niño».
Ahí en Ixtapilla, una comunidad de indígenas campesinos, se escuchó el llanto de una madre inconsolable, que gritaba: «Ya jamás te volveré a ver mi niño».
En tanto no hay responsables de esta muerte. De acuerdo a información divulgada por las autoridades estatales y federales, ya desmarcaron al Ejército de esta agresión.
Las autoridades señalaron que esto lo perpetro un grupo armado desde la maleza, cuando la milicia se retiraba de la zona el domingo 19.
Pero ayer mismo el comandante Germán de la Policía Rural, señaló que tiene casquillos percutidos que quedaron en el lugar y que solo usa el Ejército Mexicano, por lo que no podría haber sido desde la maleza, pues no hubieran encontrado los casquillos.
Ernestina Reyes, mamá de Jenni Natali «P», de seis años de edad y hermana de Idelberto, aseveró que los soldados dispararon contra su familia.
«Escuché que venían disparando los soldados. Ellos iban pasando por la carretera, los vi cuando pasaron y dispararon al restaurante, ahí están los huecos donde pegaron las balas. Mi hija solamente sufrió un rozón y solamente queremos justicia».
Con información de Corresponsal Marcos Morales
Fotografía: Marcos Morales
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