Para Pensar
Por: Carlos Moisés HERNÁNDEZ SUÁREZ
Hace mucho aprendí que el trabajo ideal tiene cuatro características: buen sueldo, buen ambiente laboral, posibilidad de ascenso y, sobre todo, que sientas que lo que haces sirve para algo.
Viví un año y medio en Monterrey y aprendí muchas cosas. Lo más notable es la facilidad con la que una persona puede llegar a su trabajo: el transporte público es muy eficiente. En el resto del país, Colima incluido, el trabajador sufre para llegar puntualmente a su empleo, y el primer afectado es el patrón. A quien escribió las cuatro características mencionadas arriba se le olvidó incluir una más: “que puedas llegar a tu trabajo sin gastar la mitad de tu sueldo y sin tener que viajar dos horas al día en un banco de madera con ruedas”.
A muchas empresas se les olvida que el salario no lo es todo. ¿Cuántas se interesan en el medio de transporte de sus empleados? Monterrey es una ciudad pujante, pero se asegura de que los empleados puedan llegar a su trabajo sin mayores dificultades.
Aquí, el transporte público no le interesa a nadie.
Nuestros gobernantes, en todos los niveles, en vez de atender el problema del transporte (incluyo aquí el traslado a un balneario, a un sitio de recreo o simplemente el regreso a casa después de unas vacaciones en la playa local), piensan que pequeños actos públicos, seguidos de un centenar de fotos en Facebook, TikTok o Instagram, les hacen ganar simpatías. No es cierto. La gente piensa. Las fotos donde los funcionarios exhiben su felicidad generan envidia, porque la gente está muy lejos de esa felicidad. Eso es falta de sensibilidad. Las fotos donde los funcionarios se muestran trabajando como obreros, campesinos o albañiles ya no se las cree nadie. Si un funcionario gana 80 mil pesos al mes, ponerse a pintar una barda es un desperdicio de recursos.
No sé por qué los políticos siguen usando trucos que funcionaban en los años setenta, cuando la información era controlada exclusivamente por el gobierno. La mayoría son jóvenes, pero emplean trucos de viejos en plataformas nuevas: el mismo vino en otras botellas.