Ruth Holtz*
La sexualidad es un poder del ser humano. No sólo se trata de gozar del cuerpo, de engendrar un nuevo ser o de mantenerse unido a otra persona. También la sexualidad es la forma en la que experimentamos nuestro poder y liberar todo su potencial nos puede llevar a experimentar sensaciones, percepciones de la realidad, conexiones con los demás que cada vez estarán más refinadas. Ir desde el deseo, al amor, al intento de fundirse en uno sólo hasta el experimentar profundamente el sexo con el que nacimos. La energía de la mujer es una, la del hombre es otra, son diferentes. El cuerpo funciona distinto y al mismo tiempo se complementa.
El abrir el corazón es fundamental para un encuentro completo. Quienes viven el sexo con amor son los que realmente pueden acceder a los niveles más alto de complementariedad. Abrirse a sentir la unidad con todo, a llevarlo a un plano espiritual en que el encuentro con el otro es un acto sagrado, es algo que implica reverencia y entrega exclusiva.
Hay ciertos ejercicios derivados del tao del yoga esotérico, denominado Kung Fu Sexual, seleccionado y occidentalizado por Mantak Chia, que nos permiten entender que la sexualidad es un modo privilegiado de entrar en contacto con nuestra energía interna o Chi. Y por lo tanto es un camino privilegiado de conocimiento de nuestro interior y de la forma en que nuestra energía impregna nuestra vida externa. Es también la conquista de nuestra vida emocional para que confluya adecuadamente en la unión con el otro y en la aceptación del cuerpo con el que nacimos.
Los ejercicios para activar la energía sexual exigen constancia y dedicación para dar resultados. Pero estos son prometedores. Pueden llevar tu vida sexual a otro nivel. O al menos reconocer tus problemas en relación a tu sexualidad que puedan estar obstruyendo esta área de tu vida tan importante como signo de tu vitalidad. Mantenerla activa no es sinónimo de promiscuidad o de estar constantemente teniendo relaciones sexuales. Es algo un tanto más complejo que implica la aceptación de lo que somos y el sexo con el que nacimos, así como la gran responsabilidad para manejar esta energía.
“El Kung Fu Sexual taoísta, fue, y sigue siendo hoy en día, un método para aumentar la longevidad y la salud, armonizando la relación existente entre los sexos, y un medio de transformación espiritual” Esta es la opinión del Dr. Gunther Weil en su comentario al libro de Mantak Chia en su libro Cultivando la energía sexual masculina. En este libro encontramos ejercicios que van más allá de mejorar la potencia sexual, que movilizan la energía. También está el libro Cultivando la energía sexual femenina del mismo autor, pues la relación completa es la armonización de los dos polos de la energía: el yin y el yang. Puede encontrarse en estos métodos una solución a muchos problemas que aquejan la sexualidad de la gente, pero implica internarse en proceso que implica disciplina, constancia y una decidida apertura emocional para enfrentar los conflictos que nos limitan.
* Mtra. Ruth Holtz, Terapeuta psicocorporal, Analista bioenergética, Psicoterapeuta psicoanalítica. Orientadora cristiana. Informes y citas, días y horas hábiles a los tels. 3 30 72 54/044312 154 1940
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