Unirse, tener descendencia y formar un hogar independiente son eventos estrechamente vinculados entre sí y generalmente ocurren durante la juventud, datos de la ENADID 2009 muestran que las mujeres en edad fértil (15 a 49 años) tuvieron a su primer hijo a los 21 años.
Conforme avanza el curso de vida de las personas, es probable que las separaciones, el divorcio y la viudez provoquen que muchas mujeres asuman la jefatura de su grupo doméstico y ejerzan una maternidad sin su cónyuge; información censal de 2010 indica que 74.1 por ciento de las mujeres de 15 años y más con al menos un hijo está casada o en unión libre y de éstas 3.8 por ciento declaró que su cónyuge no cohabita en su vivienda.
Por otra parte, 19.6 por ciento se encuentra separada, divorciada o viuda y seis de cada cien (6.2 por ciento) son solteras.
Datos de la muestra censal indican que en 2010, en 86.2% de los hogares en México hay al menos una mujer con hijos nacidos vivos.
Por medio del parentesco con el jefe del hogar se conocen otros roles que desempeñan las mujeres que han sido madres, así como las relaciones que les acompañan y que constituyen un apoyo inmediato para ellas.
La mayoría de las madres son esposas o compañeras del jefe del hogar (60 por ciento); por grupos de edad destaca una alta proporción de adolescentes (15 a 19 años) que son hijas (30.8 por ciento) y casi una cuarta parte (24.5 por ciento) son nueras; conforme avanza la edad la proporción de jefas aumenta y llega a ser de 35.1por ciento en las mujeres de 50 años y más.
Derechos Reservados AFmedios
{jathumbnail off}