SOCIALIZANDO DATOS

Forjando historia

Por Balvanero Balderrama García

Se tiene la idea de que los espacios dedicados a los museos no tienen mucha afluencia. De acuerdo al Módulo Sobre Eventos Culturales Seleccionados (INEGI. MODELUC 2018), de las personas de 18 años y más que han visitado otra localidad, el 59.6 por ciento indicó que acostumbra visitar los museos.

El Anuario Estadístico y Geográfico de Colima 2017, indica que el Museo Regional de Historia de Colima (MRHC) tuvo 16 mil 569 visitantes en el 2016; de ellos, el 90 por ciento fueron del país.

Hace unas semanas, participé en un recorrido por el MRHC. Es un espacio muy interesante, con la atención atenta, profesional y con amplio conocimiento de quienes ahí laboran.

El recorrido estuvo amenizado –de vez en vez- por el peculiar sonido surgido de un caracol. La ubicación es estratégica, en el portal Morelos, contraesquina de Palacio de Gobierno, en el corazón de la ciudad de Colima, en una casona de principios del siglo XIX que ha sido, además de casa habitación, hotel y que a partir de 1988 inicia con actividades culturales.

La historia se organiza y ofrece dividida en dos temáticas: prehispánica y del contacto con Occidente hasta el siglo XX, en seis salas de arqueología –en donde se hace una recreación de una tumba de tiro- y ocho de historia.

Lo anterior viene a la memoria porque en la segunda planta, al final del recorrido en la Sala VIII, se ofrece un espacio dedicado al origen de la Universidad de Colima, entonces Universidad Popular de Colima.

De ese tamaño es la importancia que la historia, y quienes la organizan en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), le otorgan a la educación en Colima.

El pasado domingo 16 de septiembre se cumplieron 78 años de tal acontecimiento que posibilitó la oferta académica que hoy se tiene en la entidad a nivel medio superior, superior y posgrado; además de los espacios dedicados a la investigación y a la difusión, con Universo FM, la Televisión Universitaria y este medio impreso, El Comentario.

Los museos, de alguna manera, son memoria colectiva, información de diversa temática, algunas de ellas itinerantes; que están ahí, esperando pacientemente a que infantes, jóvenes, adultos se acerquen para ofrecerles, siempre con generosidad, la historia, la cultura, el conocimiento que mueve a la reflexión y al asombro; develan cómo las generaciones anteriores han forjado la historia y posibilitado lo que hoy se es y, también, para dimensionar lo que se puede lograr.