Homo homini lupus est
Por: Balvanero Balderrama García
Dice el Mtro. Ramiro Cisneros que es triste la tristeza. Los recientes acontecimientos de violencia en nuestro país, en el ámbito deportivo, nos deben mover a la reflexión y a la acción.
No puede uno concebir que por el solo hecho de ser aficionados de equipos diferentes de futbol se pueda llegar a la agresión física con ánimo de destruir y hacer el mayor daño posible –asesinar- a otro ser humano que sólo porta una camisa con colores distintos, entona un himno diferente y vibra con los goles a ritmo diverso.
¿No tenemos todos y todas preferencias distintas? ¿No somos diferentes en tantas cosas? ¿Es esta disparidad motivo suficiente para desear la desaparición física del semejante? ¿No es un gusto en los padres impulsar a sus pequeños hijas e hijas a que incursionen en el deporte? ¿No son miles y miles de jóvenes que practican ese deporte? ¿En qué parte del trayecto de la vida este gusto y práctica se convierte en algo tan irracional?
En noviembre del año pasado el 42.4 por ciento de las personas de 18 años y más en el país dijo practicar algún deporte.
Cuando ello se ve por rangos de edad, el porcentaje sube a 55.6 por ciento en el grupo etario de 18 a 24 años (INEGI, MOPRADEF 2017).
Millones y millones de jóvenes que realizan ejercicio; otro tanto que, semana tras semana, salta a los campos llaneros a jugar futbol, desde párvulos a personas mayores; ligas y más ligas organizadas.
Innumerables cascaritas en los patios de las escuelas, en las canchas de las colonias, en las calles de las vecindades y los pueblos.
Pero la afición no se cuenta solo en quienes actualmente lo juegan, sino en muchas más personas que siguen partidos de futbol en la TV, otros más que van a los estadios.
En el mundial de Rusia 2018 se tuvo la sensación de que las actividades se detienen durante dos horas cuando jugó la selección mexicana –que, dicho sea de paso, se comenta que juega como nunca y pierde como siempre-.
Consulta Mitofsky en su estudio “La afición al fútbol soccer en México 2018” indica que el 58% de la población adulta se dice aficionado a este deporte. También hace un registro de equipo favorito y equipos odiados.
Recuperemos el sentido original greco-latino de la frase: oremos por una mente sana en un cuerpo sano (Orandum est ut sit mens sāna in corpore sānō). Equilibrio.
Apoyemos a las personas damnificadas de Sinaloa y Sonora; los centros de acopio esperan nuestro aporte.
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