Por: Balvanero Balderrama García
Este fin de semana se ha enunciado una y mil veces el ¡Viva México! En el contexto de los festejos por el inicio de la lucha de Independencia, es una frase/grito que dota de identidad, distingue y hermana.
Música, comida y bebida mexicana; se sirve, se degustan. Se hace fiesta y algazara la noche del 15. De igual manera, en pueblos y ciudades, se actualiza y tropicaliza el ritual de la arenga dada por Miguel Hidalgo, en la madrugada del 16 de septiembre en el pueblo de Dolores Hidalgo, para lo cual lo mismo es de utilidad un balcón, templete, estrado; sin faltar la campana para resonarla a la vez que se lanzan vivas a los “héroes que nos dieron patria”. Mexicana alegría.
Las y los historiadores tendrán fundamentos para confirmar o precisar fechas y nombres, o si los hechos fueron tal y como nos los han transmitido.
Pero, ¿qué es ser mexicano, mexicana? ¿Qué significa el vivir en los 5.1 millones de kilómetros cuadrados que comprende el territorio nacional (INEGI/cuéntame/territorio)?
En los tiempos actuales en donde se diluyen las fronteras y las identidades locales, inmersos como estamos en la globalización. ¿Qué permanece de todo lo que cambia? ¿Qué es lo propio?
Hay un sitio en internet que se llama Instituto de la Mexicanidad, entre otras cosas, hacen una compilación interesante de lo que es el término en varios autores, aquí presento algunas: es una visión de conjunto —filosófica, histórica, psicológica, política, artística, jurídica, cultural— que respeta la riqueza de la heterogeneidad, que exalta nuestros valores y nos ilumina nuestro destino nacional (Agustín Basave); es una manera de pensamiento que procede de la vida colectiva y en ella arraiga (José Vasconcelos); es pensar y asimilar nuestro peculiar modo de ser, con nuestro singular estilo (Justo Sierra); es una inabarcable multitud y multiformidad de cosas mexicanas, materiales e inmateriales, naturales y culturales, individuales y colectivas, insignificantes y grandiosas (José Gaos).
No basta estar aquí, haber nacido aquí; tampoco deambular los espacios, ni respirar el aire común; no es suficiente tener acta de nacimiento, ni lo es gustar de algunas bebidas o comidas como el tequila, pozole…
Hay que compartir, departir, converger, estar en sintonía, ser solidario/a, participar, involucrarse, interesarse, preservar, promover cambios, mirar y dejarse mirar, reconocer las raíces, respetar, dialogar, criticar para construir…
Se hace indispensable pensarse, actuar y asumirse como sujeto –nunca como objeto-; hoy, como en cada etapa de la historia de nuestro país, se hace necesaria la participación activa y consciente de todos y todas. Que el grito ¡Viva México! sea una realidad; que disminuya la violencia, aumente la democracia, se erradique la pobreza, se combata el crimen, se logre la equidad… que se respire y viva la paz.
balvanero@gmail.com