Por Balvanero Balderrama García balvanero@gmail.com / @Balvanero.B
Septiembre evoca mucho. Depende del contexto habrá para quienes sea un mes doloroso, por el recuerdo de alguna pérdida. Para otras personas será de fiesta y algazara por celebraciones de vida, en sus diversas aplicaciones.
Sin embargo, en el ámbito nacional, septiembre es considerado el mes de la patria. Pero, por diversas razones, esto se refiere principalmente al inicio de la lucha de independencia, 16 de septiembre de 1810, y no a la consumación de la misma, el 27 del mismo mes, pero de 1821.
Esa mala práctica, persiste, se festinan inauguraciones de obras, desde el espacio político, aunque duren años, que luego por “retrasos” se prolongan otros tantos. No siempre, concedo esa precisión; pero casi siempre, acoto.
Esta fiesta celebra “a los héroes que nos dieron patria y libertad”, y hace resonar el ¡Viva México!, a lo largo y ancho del país (que siempre nos brinda algunas pinceladas de humor y vergüenza ajena) y, por supuesto, allende sus fronteras.
No estoy en contra de que se haga presente la historia. Falta nos hace.
No, mi reflexión va en otro sentido, en esa unicidad otorgada al concepto de México -que la tiene, sin duda, desde ese Pacto Federal que nos hace Estados Unidos Mexicanos- y que desdibuja esa pluralidad que nos caracteriza y que también reconoce la Carta Magna.
México, diverso, multicultural y con una gran desigualdad. En esos 1.9 millones de kilómetros cuadrados convivimos -es un decir- 126 millones de personas (INEGI, 2020).
En ese espacio geográfico, entre mares, se congregan diversos grupos de personas que además de su nacionalidad mexicana se identifican por ciertas características asumidas, aceptadas y que, en muchas ocasiones, son motivo de discriminación y racismo.
Por citar solo algunos ejemplos: en el 2020 INEGI reportó 7.3 millones de personas de 3 años y más hablantes de lengua indígena; 2.7 millones de personas autoreconocidas como afrodescendientes-afromexicanas; 6.1 millones de personas con discapacidad; 5.9 millones de personas en condición de analfabetismo. El 5.1 por ciento de la población de 15 años y más declararon una orientación sexual o identidad de género LGBTI+ (ENDISEG, 2021). El CONEVAL reportó para el 2022 46.8 millones de personas en pobreza.
Este es México: diverso, multicultural, plural y también con mucha desigualdad.
Hay muchos otros aspectos de este país que vale la pena visibilizar; no caben en este espacio, pero eso no es importante.
Lo que realmente importa es un cambio de mentalidad que interiorice que somos un país en la diversidad, que lo distinto enriquece; un cambio de mentalidad hacia el respeto y la inclusión de todos esos Méxicos.
