Colima.- Este día, con una emotiva ceremonia fúnebre, fue despedida Alicia “La currita”, como era conocida por todos los paramédicos y personal de la Cruz Roja.
Con más de 70 años de edad, esta mujer fue prácticamente adoptada por todos los que confluían en la delegación de la Cruz Roja, localizada en Aldama y Obregón, en la ciudad de Colima.
Ahí vivía, comía lo que la gente le ofrecía. Roberto, dueño de una tienda de abarrotes cercana a la dependencia, la alimentó por varios años; él la conoció cuando ella era joven, su familia vivía por ese rumbo, pero al parecer no le gustaba estar con ellos, sobre todo después de que murieron sus padres.
“La currita”, quien padecía de sus facultades mentales, era muy cariñosa con las personas, a todos quería abrazar. Al principio se le observaba por las calles con una muñeca entre sus brazos, después estuvo casi de planta en la Cruz Roja, donde todos la atendían.
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