Para incentivar y despertar el interés por las ingenierías en alumnas de la Universidad de Colima, este fin de semana Valeria Vázquez Zafra, destacada ingeniera en el ramo automotriz, impartió la conferencia virtual “De México para el mundo: Mujeres de alto impacto”, a estudiantes de los bachilleratos 1, 4, 8, 9, 11, 16, 20, 30 y 33.
La charla fue organizada por la Oficina de Internacionalización y Cooperación Académica, en colaboración con la Coordinación General de Docencia y la Dirección General de Educación Media Superior, con el propósito de impactar en el eje universitario de la internacionalización.
En su ponencia, Valeria compartió anécdotas personales, dio consejos prácticos y motivó a las jóvenes a estudiar carreras en ingeniería y ciencia, superando barreras internas y externas. Destacó la visualización, la planificación y la confianza en ellas mismas como herramientas clave para el éxito en cualquier ámbito profesional. “Más que las matemáticas o las habilidades técnicas, lo más importante es confiar en nosotras mismas y no dejarnos caer, no dejarnos vencer; sin importar lo que nos digan, simplemente seguir con nuestra vocación”.
Susana Preciado Jiménez, coordinadora general de Docencia, dio la bienvenida y agradeció a la ponente por resaltar los ejes universitarios de internacionalización, inclusión educativa, género y vanguardia. “Es importante que las chicas y los chicos vean que la ciencia y las ingenierías son áreas donde pueden incursionar, y sobre todo que nuestras jóvenes de bachillerato comiencen a visualizarse trabajando en la industria de los autos eléctricos”, dijo.
La lectura de la semblanza de Valeria corrió por cuenta de Cecilia García Valencia, titular de la Oficina de Internacionalización y Cooperación Académica.
De México hasta la NASA, Tesla y la Ford
Valeria Vázquez relató su propia trayectoria, los desafíos y retos que enfrentó para cumplir sus sueños; su deseo por estudiar una ingeniería y el tener que mudarse de ciudad para estudiar, así como sus inicios en Alemania, donde realizó estancias profesionales en el Instituto de Educación Espacial Internacional. Después trabajó en la NASA y posteriormente en la industria automotriz norteamericana, en Tesla y Ford, donde actualmente labora en el diseño de automóviles eléctricos.
Para lograr sus metas, comentó que lo primero que hizo fue visualizarse en el futuro y saber qué pasos necesitaba seguir. “Gracias a estas experiencias he aprendido mucho: estar en nuevas ciudades, intentar nuevas cosas, nuevos trabajos o nuevas estancias profesionales y simplemente confiar en mí misma y saber que todo estará bien; a veces los cambios son aterradores, pero son los que nos impulsan a crecer y aprender”, expuso.
“Me dedico al diseño de los coches, diseño de partes individuales que irán armadas en el coche final; básicamente decido cosas como qué material usaremos, qué geometría le pondremos, qué espesor y con qué proceso de manufactura. Es un proceso interesante porque debemos tomar en cuenta al usuario final; es una tecnología nueva y estamos desarrollando e inventando cosas nuevas”, compartió.
Para Valeria, las y los ingenieros dan soluciones a problemas. “Eso es lo que hacemos, encontramos un problema, lo analizamos y tratamos de encontrar una solución utilizando principios técnicos y científicos. Es una gran manera de ayudar al mundo, de poner nuestro granito de arena”.
Siempre habrá obstáculos, pero éstos no pueden limitarte
También habló del panorama de las mujeres en las ingenierías y las barreras a las que se enfrentan, que desde su perspectiva son externas e internas. “En nuestro país existe un 51 por ciento de mujeres y 49 de hombres; sin embargo, si nos vamos al detalle de cuántas mujeres hay en la industria de la ingeniería, inclusive en las carreras de ingeniería en sí o en los bachilleratos técnicos, muchas veces son una proporción mucho más pequeña, entre el 10 y 20 por ciento”, comentó.
Esto se debe, continuó, “a dos razones: unas son externas y se refieren al ambiente donde nos desenvolvemos, y otras son internas, las que vienen de nuestra propia mente”. Al referirse a las razones externas, citó a Barbara McClintock, ganadora del Premio Nobel de Medicina en 1983: “Olvídate de todos los comentarios que te dicen qué hacer. Si sabes que vas en la dirección correcta y lo sientes dentro de ti, en tu corazón y en tu mente, nadie podrá desmotivarte ni detenerte. No prestes atención a lo que digan los demás”.
Respecto a las internas, señaló que son las más difíciles de atacar: “Las culturales, familiares y económicas, al final tienen una solución relativamente fácil, pero las personales, ésas son las más difíciles porque viven en nuestra mente”.
En este sentido, comentó que el primer obstáculo es el miedo a no saber y a la incertidumbre. “El mejor consejo que les puedo dar es preguntarse qué es lo peor que puede pasar, realmente a veces los escenarios que nos imaginamos en nuestra mente no son tan aterrorizantes en la realidad. Lo peor es mucho menos que el escenario que nos hacemos en nuestra mente”, enunció.
Luego explicó que es importante saber cuáles son los siguientes pasos. “A veces nuestra meta está muy alejada y no sabemos cómo llegar; mi mejor consejo para esto es romper los pasos en pedazos muy chiquititos. No tienes que pensar en todos los pasos, solo en el más inmediato, y así vamos construyendo pasito a pasito y se vuelven mucho más fácil de visualizar que una meta tan a largo plazo”, sugirió.
La pérdida de la motivación, desde su perspectiva, es otra limitante. “Debemos estar conscientes de que siempre habrá obstáculos en el camino, pero no puedes dejar que esas cosas te limiten. Entonces, si estás motivada y segura de lo que quieres, no dejarás que nada te detenga, y ésta es la mejor mentalidad que puedes tomar para cumplir tu sueño”, enfatizó.
Valeria recomendó acercarse y conocer a las ingenierías de la universidad en la que estudian y los planes de estudio: “No es como que el primer día te pongan a hacer ecuaciones; no, el primer día te enseñan lo básico; el segundo día un poco más y el tercero más. Sube el nivel poco a poco. Siento que algo por lo cual las niñas no se deciden por las ingenierías, es que no tienen una imagen clara de lo que son estas disciplinas”, dijo.
“Más que las matemáticas o las habilidades técnicas, lo más importante es confiar en nosotras mismas y no dejarnos caer, no dejarnos vencer, sin importar lo que nos digan, simplemente seguir con nuestra vocación. Confíen en ustedes mismas, no necesitan ser más buenas en ninguna materia, no necesitan ser más inteligentes, tienen todo… es más cuestión de superar nuestros miedos internos y de tomar la oportunidad”, concluyó.