Los jóvenes que ni estudian ni trabajan o “ninis” constituyen uno de los principales «clientes» del sistema de justicia penal juvenil, por lo que es fundamental atender esa situación, consideró el ombudsman capitalino, Luis González Placencia.
En el marco de la presentación del libro «La Construcción de un Sistema de Justicia Integral para Adolescentes», el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) destacó que la falta de oportunidades es un aliciente para introducirse a la delincuencia.
González Placencia explicó que la CDHDF ha documentado que la criminalización de la juventud por sí misma provoca que haya muchos más contactos entre policías y jóvenes bajo la presunción de que éstos están cometiendo delitos, “aunque eso no sea cierto”.
Asimismo, ante la ausencia de oportunidades laborales y educativas hay mayor espacio para que los jóvenes participen de esas actividades delictivas, por lo que el fenómeno tiene muchos factores que interactúan y que hacen muy compleja la situación de la juventud, expuso.
Refirió que hasta el momento no se tiene conocimiento de que los centros de reclusión para menores sirvan como bolsas de trabajo para el crimen organizado. «Sabemos que eso está pasando en adultos y nos preocupa muchísimo, pero la idea es evitar que eso ocurra con los jóvenes», anotó.
