Cuando en la niñez se presenta sonambulismo, en la edad adulta se debe tener cuidado con el consumo de alcohol u otras drogas, porque es probable que se registren nuevos problemas del sueño relacionados con conductas sexuales (sexomnia) o de alimentación, reveló un estudio encabezado por Ulises Jiménez Correa, investigador de la Clínica de Trastornos del Sueño, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
El sonambulismo es un estado de disociación en el cual la persona dormida tiene conductas similares a cuando está despierta o en vigilia, pero no es consciente de ello pues se encuentra en la fase de sueño más profunda. Las actividades que realizan van desde abrir los ojos, hablar, comer, llorar o pelearse, explicó el investigador.
El trabajo de Jiménez Correa, publicado en la revista CNS Spectrums, revisó la presencia de parasomnias (conductas durante el sueño) en pacientes con adicción o durante tratamientos por adicciones, especialmente aquellas relacionadas con el movimiento ocular rápido (MOR) y sueño no MOR. Durante los periodos de abstinencia enfrentan más parasonmnias relacionadas a la conducta violenta durante el sueño y las pesadillas.
Entre los síntomas de la sexomnia están la masturbación, gemidos, hacerse moretones en el cuerpo o abordar a la pareja o al individuo con el que se comparte habitación, lo que es un problema para quien padece este problema pues puede llevar a serias situaciones legales.
Ya sea en la infancia, en la edad adulta o en la tercera edad, en cada momento de la vida, las parasomnias son un indicador del sueño saludable, añadió Jiménez Correa.
En el caso de los pacientes pediátricos este tipo de problemas son benignos, generalmente inician en la época escolar y desaparecen por sí mismas por lo cual no requieren tratamiento médico. Solo hay que procurar incrementar el tiempo y calidad de sueño en los niños que enfrentan este tipo de problemas, precisó el investigador.
“En la infancia los pacientes suelen sentarse o hablar dormidos porque son variantes del sonambulismo, y si tratas de despertarlo no lo lograrás porque está en sueño profundo. Es un periodo en el que se tiene más dificultades para despertar y recobrar la conciencia. Lo mejor es dejar que pase el episodio y que siga dormido”, destacó.
Por otro lado, continuó, “cuando se presenta el problema en el adulto mayor está relacionado con enfermedades de cerebro degenerativas, como la enfermedad de Parkinson, algunos con demencia o Alzheimer. La conducta en el sueño es un indicador inicial de procesos de degeneración, algo completamente diferente a lo que pasa con los niños”.
En el adulto mayor la conducta durante el sueño generalmente tiene que ver con lo que sueña, ya sea que se peleó con alguien, discutía, pateaba. Cuando diagnosticamos pacientes con este trastorno es por conducta agresiva, de ataque o defensa.
Recomendaciones
El investigador de la UNAM destacó que en cada caso es necesario tomar algunos puntos en consideración: en los infantes lo mejor que los padres de familia pueden hacer es fomentar el ejercicio por la tarde, a fin de estar más despiertos y en la noche tengan mayores ganas de dormir, así como disminuirles los estímulos de luz que provienen de los televisores o equipos celulares desde una hora antes de acostarse.
En los adultos se requiere evitar la automedicación para dormir y quienes ingieren alcohol para inducir el sueño o fuman para quitarse el cansancio deben evitarlo, al igual que el consumo de sustancias tóxicas.
Lo más recomendable es buscar ayuda especializada, por ejemplo, en la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, la cual ofrece teleconsultas con excelentes resultados, a fin de que durante la emergencia sanitaria el paciente no tenga que salir de su casa; sin embargo, de ser necesario, también se ofrece el servicio presencial.