Salva Kiir está en Pekín en un intento por atraer capitales chinos para desarrollar un oleoducto que apuntale la independencia de los sursudaneses frente a Sudán, nación de la que se separó en julio pasado.
Las dos naciones cortejan a los chinos para que inviertan en la industria petrolera, lo que da al gobierno chino un importante ascendente sobre ambos gobiernos.
Este lunes siguieron los bombardeos de la aviación de Sudán sobre zonas de Sudán del Sur, varios días después de que las tropas sureñas se retiraran de campamentos del norte que invadieron la semana pasada.
Con información de la BBC