Por Héctor Romero Fierro
Ayer quedó demostrada la liga que ya veníamos percibiendo del Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con Manuel Andrés López Obrador, ya que Morena y sus partidos satélites realizaron en el Senado lo que llamaron varios dirigentes de partidos políticos como un “albazo” al extender, violentando el texto constitucional sin ninguna razón jurídica de por medio, la permanencia del ministro Arturo Zaldívar como presidente de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal por un periodo adicional de un año y 11 meses, esto es hasta el 30 de noviembre de 2024.
Lo anterior al incluir de última hora un transitorio, vía reserva, presentada por el senador del partido satélite de Morena, “Partido Verde”, Raúl Bolaños, en la reforma de la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 Constitucional y leyes secundarias para la llamada “Reforma Judicial”.
Esta modificación es a todas luces ilegal y violatoria a nuestro texto constitucional, ya que el artículo 97 de nuestra Carta Magna claramente señala en su párrafo cuarto: “Cada cuatro años, el Pleno elegirá de entre sus miembros al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el periodo inmediato posterior”.
Debo decir que además de este oscuro “artículo transitorio” es, además, una clara invasión del Poder Legislativo al Poder Judicial, ¿dónde queda entonces la necesaria división de poderes que tanto dice respetar MALO?
Si el ministro Arturo Zaldívar tiene algo de dignidad, debe de inmediato rechazar este albazo demostrándole al pueblo de México que como Presidente de la Corte, para él, es más importante el respeto irrestricto al texto Constitucional que volverse parte del juego perverso de López, ya que de lo contrario Zaldívar estaría gritando a los cuatro vientos que el sí está dispuesto a violar la Constitución y que lo pusieron así por razones inconfesables, incluyendo los juicios de amparo por las reformas de energía eléctrica y petrolera.
Esto nos pone en alerta máxima ya que demuestra que el próximo paso será la ampliación del mandato del presidente, ya con una Corte dominada, que le permitiría, así como lo hicieron en este momento, ampliar el periodo del mandato de MALO, sin que ello se considere una reelección.
Al combatir la oposición ¿quién resolverá?, una mayoría mermada de ministros, ¿o acaso creen ustedes que Zaldívar y las dos “ministras chairas” votarían a favor de declarar dicho artículo transitorio inconstitucional?
MALO solito da clara muestra del terror que tiene de perder en la próxima elección la Cámara de Diputados federal, primero amenazó que de perder la mayoría aplicaría su derecho de veto en materia del presupuesto, solo que su única “asesora” no le explicó que al ser una facultad exclusiva de una de las Cámaras no permite el veto.
Ahora pretende tener a sus pies a la SCJN al perder la Cámara de Diputados. Claro mensaje, la oposición va bien, la Alianza logrará arrancarle esa nefasta mayoría que ahora tiene en el Congreso de la Unión y le obligue a negociar, tal y como fue diseñado nuestro sistema político, con las demás fuerzas representadas en la Cámara.