TRATA DE PERSONAS
Por: Carlos Orozco Galeana
Tenía que organizarse una acción de fondo, faltaba más, para conmemorar el Día mundial contra la trata de personas, un fenómeno verdaderamente criminal y denigrante para la dignidad de quienes la sufren, especialmente mujeres, adolescentes en su mayoría.
Y ha sido ocasión para que el gobierno de Estados Unidos convoque, al igual que el gobierno mexicano, a hacer un esfuerzo compartido entre las instituciones y la sociedad.
El secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, puso en marcha la campaña Corazón Azul 2.0 Aquí Estoy, en coordinación con la ONU y la embajada de USA, a través de la Iniciativa Mérida, y dijo que esa acción coordinada es un “compromiso ético” del régimen actual para combatir con más fuerza la trata, acto reprobable y cobarde, que atenta contra la vida o la libertad de las personas, a las que se despoja de lo más valioso que tenemos los seres humanos.
“Este delito es complejo, multicausal, no reconoce fronteras geográficas, está vinculado a la desigualdad, a la falta de oportunidades productivas, a la desinformación, al rezago, a los bajos niveles educativos, al machismo y a la violencia de género”, explicó a Excelsior Osorio Chong, quien exhortó a ochos estados que carecen de unidades o fiscalías especializadas contra la trata a crear dichas instancias y al resto de entidades donde ya las hay, a redoblar esfuerzos con la participación de la sociedad.
En efecto, el fenómeno de la trata y la explotación de menores en el mundo es por su naturaleza ampliamente oculto, pero los datos disponibles sobre los casos aparecidos en 106 países indican claramente una proporción alarmante.
Datos de ONU: de 63.251 casos relevantes en el mundo, 17.710 (en paridad a 1 caso de 4) conciernen a niños o adolescentes, con una amplia prevalencia femenina y los menores representan el segundo grupo más numeroso entre las víctimas de la trata, después de las mujeres.
Este fenómeno radica también en los países de la Unión Europea, donde en 2016, en base a los datos revelados entre 2013 y 2014, “resultan por lo menos 15.846 víctimas demostradas o presuntas, de las cuales las mujeres representa el 76 por ciento y los menores el 15, mientras que las formas de explotación principal son la prostitución forzada (67%) y la explotación laboral (21%) sobre todo en los ámbitos agrícola, manufacturero, de la construcción, en los servicios domésticos y en la restauración”.
Como se aprecia en esos datos, la trata está extendida por todo el mundo. Es explicable su mayor presencia en países subdesarrollados del Africa más pobres, donde se aprecian realidades verdaderamente dolorosas que agravian y anulan la dignidad humana, pero también es notable su presencia en países pobres de América.
Bien por el gobierno mexicano que se preocupa por combatir la trata de persona. Es algo infame esto. Que los acuerdos de la Secretaría de Gobernación sean traducidos en acciones de ley concertadas para que los criminales reciban un castigo justo a sus conductas anormales y que se venza el burocratismo y las inercias que todo complican y retardan.
Esa campaña institucional promovida por el secretario de gobernación es, finalmente, de alta cobertura y pretende llegar no solo a espacios donde hay aglomeración de personas, sino hasta en los propios hogares que, a decir verdad, constituyen a veces un lugar donde se generan males como ese, y otros peores a decir verdad.
Habrá quienes critiquen que el secretario Osorio anda en campaña y que por ello lanza esta campaña, pero lo que es cierto es que la trata ha rebasado todo límite y se ha convertido en un gran negocio para las mafias que se dedican a ello.