El acné es mucho más que una molestia para algunos jóvenes, ya que esta incómoda situación puede generar una depresión u otros problemas psicológicos en los adolescentes, concluyó una nueva investigación.
Los autores de la Universidad de Wake Forest (Estados Unidos) incluso afirman que los famosos granitos de la adolescencia pueden llegar a promover pensamientos suicidas.
ACNÉ Y DEPRESIÓN EN LA ADOLESCENCIA
El acné es una afección de la piel caracterizada por el surgimiento de granos en la cara, cuello, espalda, hombros y pecho. Este problema es muy frecuente en los adolescentes ya que el 85% de ellos lo sufre. Se cree que los cambios hormonales típicos de la edad son responsables de su prevalencia.
La depresión, que consiste en una tristeza profunda que no se alivia con el tiempo, también es particularmente frecuente en la adolescencia debido al proceso natural de crecimiento y la ansiedad que genera, los cambios hormonales y las difíciles relacionas con los padres y el entorno.
TRISTEZA PARA EVITAR
Steve Feldman, el autor principal, revisó un amplio número de investigaciones que relacionaban al acné con la depresión en los adolescentes. “Encontramos que el acné es más que un problema de piel para los chicos de 13 a 18 años. Dependiendo de como se sienten ellos, el acné puede tener un impacto negativo fuerte en sus vidas o ser una afección leve”, explicó.
El especialista detalló que entre los adolescentes encuestados había algunos que solo se referían al acné como un problema cosmético mientras que a otros les afectaba su autoestima y calidad de vida, ya que generaba ansiedad, depresión y pensamientos suicidas.
“El acné modifica como nos percibimos a nosotros mismos, como los otros nos perciben y como percibimos que los otros nos perciben”, subrayó. Por ese motivo, el especialista recomendó realizar un tratamiento psicológico adecuado en los chicos con dificultades serias a causas de este problema de la piel.
Feldman observó que ni los padres ni los chicos suelen saber que causa y como se debe tratar al acné, algo que aleja aún más su cura. También suelen dejar las terapias a medio camino y esta situación no ayuda a la resolución del problema.
“El acné es una condición médica y contamos con tratamientos muy buenos. Los adolescentes con esta condición no tienen por qué sufrir. Deberían hablar con sus médicos”, recalcó el investigador. {jathumbnail off}