«Todos los indicadores» muestran que el dirigente libio Muamar Gadafi está perdiendo el control sobre su país, en especial debido al corte del aprovisionamiento en combustible y en dinero líquido de su régimen, aseguró el martes la Casa Blanca.
«Todos los indicadores muestran que la situación está evolucionando en contra del coronel Gadafi», señaló el portavoz de la presidencia estadounidense Jay Carney durante una rueda de prensa.
El líder libio «controla cada vez menos territorio, y la oposición pasó a la ofensiva en numerosos puntos del país», dijo Carney, y sostuvo que «el aprovisionamiento de combustible y en dinero líquido de Gadafi se ha interrumpido».
Este aislamiento interno del régimen se acompaña de un aumento de su aislamiento internacional, agregó. «La comunidad internacional, por ejemplo Estados Unidos, está reconociendo al CNT», el Consejo Nacional de Transición, el órgano dirigente de la oposición libia, como la autoridad del país.
Washington reconoció el viernes al CNT como «autoridad gubernamental legítima» de Libia a instancias del conjunto del grupo de contacto sobre Libia reunido en Estambul.
De otra parte, siete insurgentes libios murieron y 45 resultaron heridos el martes en los combates alrededor de la ciudad de Brega (este) donde los rebeldes tratan de penetrar aún más tras la retirada de la mayoría de las fuerzas pro-Gadafi, según fuentes médicas y la rebelión.
«Las tropas de élite (de las fuerzas gubernamentales) se retiraron. Se fueron. Los soldados que siguen en la ciudad están atrapados», declaró Abdelrazag Elaradi, miembro del Consejo Nacional de Transición, instancia política de los rebeldes, tras una visita al frente
«No pueden avanzar por el riesgo de morir a manos de los rebeldes ni tampoco retroceder, pues los hombres de Gadafi los matarán», agregó. El lunes, un portavoz de los rebeldes calculó entre 150 y 200 los soldados leales que siguen todavía en el sitio petrolero de Brega.
Los responsables rebeldes precisaron que la mayoría de sus combatientes no habían entrado todavía a la ciudad el martes, retardados por centenares de minas y trincheras llenas de líquidos inflamables. Según fuentes médicas, por lo menos siete rebeldes murieron y 45 resultaron heridos.
«Llegamos por el sur, no vimos ningún signo de que hubiera tropas de Gadafi dentro de Brega», dijo Maghri Faraj, de 25 años, herido cuando estaba en un tanque en la periferia de Brega, encargado de disparar más allá de la ciudad para rechazar a las fuerzas pro Gadafi más al oeste.
Según fuentes militares rebeldes, una parte de los pro-Gadafi se quedaron en posiciones que están cerca de Brega. Los rebeldes trataban de sacarlos de ahí, con el objetivo de avanzar hasta Uqayla a unos 15 kilómetros al oeste de Brega, contando con las dunas y los pantanos que rodean a esa ciudad, para establecer posicioes defensivas con miras a una nueva ofensiva.
El régimen de Muamar Gadafi desmintió el lunes la toma por los rebeldes del puerto de Brega, al afirmar que rechazaron su ofensiva y asestaron fuertes pérdidas a los insurgentes.
Con información de AP