Las máquinas conocidas como “tragamonedas” pueden verse en diferentes establecimientos en las calles de Colima y Villa de Álvarez, sin embargo, los negocios donde se encuentran instaladas pueden estar incurriendo en un delito si no poseen autorización de la Secretaría de Gobernación.
De acuerdo al sitio de la Dirección General de Juegos y Sorteos, las maquinitas tragamonedas pueden ser una fuente de corrupción, debido a que generan una falsa expectativa de obtener una recompensa económica sin hacer realmente un enorme esfuerzo.
Las máquinas tragamonedas prohibidas por la ley son una fuente de corrupción de menores, su uso no es un juego, es una adicción que abre la puerta la delincuencia.
La adicción de menores de edad a las maquinitas tragamonedas implica en la mayoría de los casos deserción escolar, y va acompañada de actos de violencia para obtener dinero (robos o pandillaje).
Representan un peligro latente para la sociedad. Estudios demuestran que la adicción que genera este tipo de máquinas tragamonedas es considerada por los médicos como la “cocaína-crack” de los juegos de apuestas.