Jalisco.- Tuxpan pueblo antiquísimo de origen indígena enclavado en el sur de Jalisco y a los pies de los volcanes, de importante fervor religioso implora siempre a sus cristos, vírgenes y santos su protección y benevolencia.
Por algo ha sido considerado como «El pueblo de la fiesta eterna», por celebrar durante todo el año más de 54 fiestas religiosas donde sus pobladores agradecen a la divinidad los favores recibidos.
El 20 de enero como lo marca el calendario litúrgico se celebra a San Sebastián. Y para el pueblo de Tuxpan es un día importante tanto para su vida social como religiosa.
En esta fecha, nuevamente tienen la oportunidad de agradecerle al heroico mártir los favores otorgados y refrendar a través de la danza esas imploranzas y juramentos hechos por sus ancestros en épocas pasadas, a cambio de la protección brindada en las epidemias y enfermedades.
La fiesta consiste en que el día 20 de enero muy de madrugada los ‘capitanes del día’, como suele llamarse a los organizadores de la fiesta, llevan las diversas imágenes de San Sebastián al Templo Parroquial de San Juan Bautista para la celebración de la Santa Misa que se realizará a las 11:00 horas.
A partir de esa hora llegan las diversas cuadrillas de Chayacates y Sonajeros al Atrio Parroquial, donde bailarán un momento para después tomar su lugar en la procesión que comenzará al salir la misa en honor a San Sebastián.
Luego inician el recorrido por las principales calles de la ciudad para terminar en el domicilio del capitán de día, en el cual afuera de su casa se monta un altar y se coloca la imagen principal de San Sebastián que para el día 20 corresponde al “Abajeño”.
Acto seguido, todas las cuadrillas se dispersan por diversos puntos de la ciudad con su respectiva imagen de san Sebastián, comenzando así la fiesta y danzando hasta caer la noche.
A toda la gente asistente a esta fiesta a la hora de la comida se les ofrece el platillo típico que es la Cuaxala y de beber el tradicional ponche. Ya al caer la noche se sirve de cenar sopa y mole a todos los asistentes.
Texto de Víctor Mendoza, encargado del Archivo Histórico de Tuxpan
Fotos cortesía: Francisco del Viento
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