Militantes de Estado Islámico secuestraron a 300 trabajadores cementeros en una zona al noreste de la capital siria, donde los extremistas lanzaron un ataque contra las fuerzas del Gobierno de Damasco esta semana, dijo el jueves la televisión estatal.
Los trabajadores y contratistas de la empresa Al Badia Cement fueron capturados en las cercanías de la localidad de Dumeir y su empleador ha perdido todo contacto con ellos, dijo la televisión estatal siria citando a una fuente del Ministerio de Industria.